EN LA CASA EQUIVOCADA

ZV
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8 de marzo de 2021
/
12:35 am
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EN LA CASA EQUIVOCADA

(A propósito del Bicentenario, con gusto damos el espacio de esta columna de opinión a un artículo:). Lo que es válido para los países, lo es para la región. Las entidades regionales, frente a un tiempo nublado y difícil –con la excepción del BCIE–, muy poco han hecho. El SICA no ha podido reunir una vez a los presidentes centroamericanos. SIECA, no ha estudiado los efectos perniciosos a las actividades del campo del TLC con Estados Unidos, que amenaza ser factor lesivo al desarrollo de Centroamérica. Y qué no decir de la inutilidad del PARLACEN al que no dieron facultades vinculantes, de cuya existencia hablan más los escándalos que cualquier contribución trascendente al ideal de la integración. En ocasión de la celebración del Bicentenario de la Independencia de España, el PARLACEN ha montado en Tegucigalpa, un espectáculo que, si no fuera por el tema, llamaríamos patético, y engañoso.

Anunciando un programa de celebraciones regionales que no tiene, reunieron en la casa donde nació Morazán, a algunos de sus diputados –con la notoria ausencia de su presidenta, una hondureña– para aprovechar la celebración, pretendiendo asumir un liderazgo inexistente, y mostrar una competencia que carecen. Más penosa aún la evidente muestra de su distanciamiento con las realidades de los países miembros involucrados en la fausta celebración, pasando por alto que en todos hay programas de conmemoración y que, en Honduras hay uno que, por sus características, debía llamarles la atención. Por supuesto, ignoran que aquí, desde abajo hacia arriba, las municipalidades han organizado sus comisiones conmemorativas y ya tienen avanzadas actividades destinadas a la forja de la memoria histórica, la interpretación del presente y la proyección de las acciones para enfrentar los retos del futuro. La ignorancia de lo que hacemos –que pareciera alguna forma de irrespeto– que ni siquiera las personas que dirigen el esfuerzo nacional, fueron invitadas. Y para que la cosa no quedara sin segunda, el discurso oficial fue una repetición de lo mismo, sin mencionar algo referente a lo que hacemos que, para cualquiera, es motivo de orgullo. Es comprensible que el PARLACEN quiera aprovechar la oportunidad. Pero lo hace equivocadamente. Muestra ignorancia de lo que se hace en cada uno de los países que formaron las Provincias Unidas de Centroamérica. Delata que muchos de sus miembros tienen poca relación con lo que ocurre en los países que representan.

Pero, además, ponen en evidencia su escaso conocimiento histórico. La figura central, para los hondureños especialmente, de las jornadas de la independencia no fue Morazán, sino que José Cecilio del Valle. Hombre de la Ilustración, posiblemente el más culto de su época, no solo fue estadista visionario, sino que el político que evaluó mejor las posibilidades que tenía la nueva nación y la ausencia de liderazgo para el esfuerzo que significaba, construir, dándole vuelta a la página, una nueva sociedad política. Se equivocaron de casa. Para anunciar un inexistente programa de celebración –siquiera debieron buscar hacerlo, con la presencia de la comunidad– en el sitio correcto. Yendo a la Casa Valle, en Choluteca. Allá, donde pocas cosas raras ocurren, pudieron haber llamado la atención. En Tegucigalpa fue un evento casi clandestino. Lastima que hayan venido a menospreciar el talento hondureño, ignorar lo que hacemos, y sorprender con una ceremonia insustancial en sitio equivocado. La presencia del coordinador de estas celebraciones –no estuvo porque no le giraron invitación– hubiese sido útil instruyendo a la concurrencia sobre ese desliz como de otras omisiones históricas. (Sin duda pasaron por alto que los actos de celebración del Bicentenario en el país fueron encomendados a un escritor e historiador hondureño quien, con poco apoyo, hasta demasiado ha hecho prácticamente solo. Navegando contra corriente, porque aquí hay que ser Quijote, con tantos atenidos, para agarrar semejante emprendimiento).

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