Crisis ambiental pone alerta a la industria hondureña
Cultivos que trascienden las fronteras hondureñas
Carlos Medrano
Periodista
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No hay duda de que hay que tener cuidado por las advertencias que el multimillonario Bill Gate está haciéndole al mundo, luego de los efectos devastadores que la pandemia covid-19 ha tenido en casi todo el mundo y no digamos en países pobres como Honduras.
Vendrán otras pandemias peores ha señalado el magnate, así como otros expertos, que han vaticinado que la próxima pesadilla que viene sobre la faz de la tierra es lo relacionado al medio ambiente, al agravamiento del cambio climático, que ya ha impactado en países como Honduras, con Eta e Iota, que devastó casi simultáneamente las propiedades y vidas de miles de hondureños en la zona norte del país.
Si no iniciamos con una política intensa, consistente y sostenida para el cuidado del medio ambiente que realmente nos proteja de esta nueva amenaza, al país le sucederán tragedias tras tragedias, pese a poder prevenirlos con la construcción de represas en Cortés y Santa Bárbara, retener el agua y mitigar los efectos negativos de estos recurrentes huracanes, solo para poner algunos ejemplos.
Para esta prevención, ya algunas industrias y empresas están haciendo tareas medioambientalistas que se requieren para anticiparse a contener estos fenómenos que solo dejan pobreza y desesperanza, además de muerte y dolor.
La industria azucarera, por ejemplo, en materia del medio ambiente, ha iniciado un agresivo proceso de reforestación y conservación de bosques, la utilización de control biológico de plagas, la utilización de tecnología de punta y maquinaria amigable con el medio ambiente en el proceso de producción de azúcar, capacitaciones ambientales, inversión en cosecha de agua y la producción y donación de plantas.
Existen empresas en Honduras como el Grupo Agrolíbano que tiene una certificación Global, Buenas Prácticas Agrícolas, GAP, para frutas y vegetales, estableciendo un marco referencial para el establecimiento y desarrollo de buenas prácticas agrícolas en las empresas dedicadas a la producción de frutas y hortalizas, al definir los elementos fundamentales que mejoren las prácticas en la producción mundial de frutas y vegetales, mayormente aceptadas por las cadenas de minoristas en el mundo.
También hemos visto ejercicios importantes por el cuidado del medio ambiente en empresas como la Cervecería Hondureña, que inició a principio del año pasado, un agresivo proceso de reciclaje de sus propias botellas para volverlas a reutilizar.
La iniciativa mundial sobre el cambio climático busca limitar el aumento promedio de la temperatura global a 1.5 °C y alcanzar emisiones limpias en 2050, autolimitándose en sus propias emisiones e impulsando políticas en sus regiones y países.
Las empresas o compañías sostenibles son más atractivas para los inversores globales, ya que solo en el 2019, unos 631 inversores del mundo (que representan aproximadamente 37 billones de dólares en activos), firmaron una carta solicitando a los gobiernos que intensificaran todos sus esfuerzos, presupuesto y recursos contra el cambio climático.
La ONU predijo que el mundo verá un déficit del 40% del suministro mundial de agua durante la próxima década, por lo que países como los Estados Unidos ha eliminado los controles de contaminación en arroyos y humedales, lo que podría suponer daños a largo plazo o irreversibles en las fuentes de agua.
Si Honduras no pone atención al fenómeno de la degradación medioambiental, nos iremos convirtiendo en un desierto, tal y como está ocurriendo en algunos departamentos del país y pronto no tendremos agua, significando la muerte de la especie humana en Honduras.
