Vacunas

MA
/
9 de marzo de 2021
/
01:19 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Vacunas

Adiós 2020

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

Gracias a la bondad del primer ministro israelí, Benjamín Netanjahu parte del gremio médico y de enfermería de Honduras ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus SARS-COV-2, que produce la enfermedad COVID-19, que en pandemia mundial ya ha cobrado la vida de más de un millón de personas, mientras varios millones más se encuentran infectadas.
Fueron 5 mil las dosis donadas que fueron traídas en el avión presidencial de Honduras, que también trajo igual número de dosis para Guatemala, en un vuelo de varias horas de ida y de venida, con escalas en Francia y en Miami.

Las vacunas por orden del gobierno hondureño han sido aplicadas a personal médico y de enfermería y otro personal de primera línea en hospitales, centros de salud y triajes en todo el país y se espera que algunas de las dosis no sean desviadas ni aplicadas a personal que no está al frente de las salas de COVID, como sucedió ya con una doctora que es diputada y un dirigente sindical del gremio.

Mientras tanto, hay quejas de reconocidos galenos que han enfrentado la pandemia desde sus inicios y que han sido críticos acérrimos del manejo que el gobierno ha hecho de la pandemia, especialmente en la compra sobrevalorada de mascarillas, respiradores y hospitales móviles, que aún no están en funcionamiento en su totalidad y según los médicos son verdaderas trampas mortales, tanto como para pacientes como para el personal que los atiende, porque pueden servir para cualquier atención de enfermedades comunes, pero no de COVID-19.

Uno de los críticos del gobierno que ha quedado fuera de las vacunas iniciales y que merecía ser inoculado es el doctor Marco Eliud Girón, quien aspira a ser diputado por LIBRE y quien fuera víctima de brutalidad policial en una actitud represiva del Estado por sus constantes críticas.

El doctor Eliud Girón denunció que en la jornada de vacunación contra el COVID-19 existen dos listas, una negra y una roja y él está en la roja, en la que se espera que se contaminen sus integrantes y hasta fallezcan en las salas de cuidados intensivos, donde el que llega ahí con la enfermedad, difícilmente se salva.

Según la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, un cierto porcentaje de las dosis de vacunas se perderá por el uso de las mismas, cosa que el doctor Eliud Girón refuta, diciendo que el porcentaje que dice la ministra que se perderá, seguramente será utilizado para la inmunización de algunos miembros del régimen y sus familiares.
El Congreso Nacional aprobó un decreto para autorizar la compra directa de vacunas, abriendo la puerta a la empresa privada, para la comercialización de las mismas, aunque el Presidente Juan Orlando Hernández Alvarado ha declarado que la inmunización debe ser general y gratuita y que se han abierto las puertas de negociación con todas las empresas que están produciendo las vacunas en Estados Unidos, Inglaterra, Rusia y China, por lo que es posible que a Honduras lleguen miles de dosis de todas las vacunas existentes, cuya efectividad está comprobada.

Hay vacunas que requieren de una cadena de refrigeración altísima y en Honduras solo la Universidad Nacional Autónoma de Honduras tiene un congelador con capacidad suficiente para almacenar algunos miles de dosis a -80 grados Celsius y no se sabe cómo se haría para hacer llegar esas dosis a sitios donde no se cuenta con refrigerantes de esa capacidad, ni cómo se transportarían hasta las zonas rurales, donde el virus está diezmando la población a diario.

La pandemia ha puesto en evidencia la deficiencia gubernamental, obligando al gobernante a pedir perdón al pueblo hondureño por haber confiado en la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial para la Salud, que a través del mecanismo COVAX que habían ofrecido varios miles de dosis para el mes de febrero, luego que para marzo y ahora es que quizás en mayo, mientras que en otros países como Costa de Marfil en África ya recibió miles de dosis de COVAX, sin que haya explicación alguna para la no dotación de las mismas a Honduras.

El pueblo hondureño espera con ansias que se satisfaga su gran necesidad de inoculación contra el COVID-19, sin importar la marca y origen de la vacuna, porque cualquiera de ellas es buena ante la nada que tenemos ahora, aunque ya haya 2,500 trabajadores de la salud vacunados, hacen falta cerca de 30 mil dosis más para cubrir a todo el personal de salud y otros miles de dosis para cubrir a bomberos, militares, policías, antes de comenzar con las personas de alto riesgo como de la tercera edad, con enfermedades de base, mujeres embarazadas y luego la población en general, y aun no se sabe si habrá que estarse vacunando todos los años, tal como se hace contra el SARS y otras enfermedades pandémicas y endémicas.

También se espera que una vacuna que se está desarrollando en Cuba sea eficaz y reciba la aprobación respectiva para negociar con los cubanos algunas miles de dosis, fáciles de transportar dada la cercanía de la isla con Honduras.

Así las cosas, las vacunas que lleguen a Honduras, cuando vengan de donde vengan serán bienvenidas.

Más de Columnistas
Lo Más Visto