Productos nostálgicos una oportunidad para negocios
Los productos nostálgicos como parte de la cultura, tradición y consumo, al ser degustados en tierras lejanas traen gratos recuerdos.
La conformación de microempreas aprovechando los productos nostálgicos que más tienen demanda entre migrantes hondureños en el exterior, especialmente, en los Estados Unidos, pueden ser una oportunidad de negocios para familias receptoras de remesas, plantearon sectores académicos.
Un estudio del Banco Central de Honduras (BCH) establece que los productos nacionales con mayor demanda en el exterior son los lácteos (queso seco, semiseco, quesillo, mantequilla rala y crema), los frijoles rojos, café, rosquillas y pan.
Estos alimentos tradicionales elaborados en Honduras son llevados en forma constante hacia los países de residencia de los emigrantes.
Los productos nostálgicos son todos aquellos bienes y servicios que forman parte de la cultura, tradición y consumo, que al ser degustados en tierras lejanas traen gratos recuerdos, que se remontan a la niñez o momentos inolvidables con seres queridos y lugares especiales.
Un reciente boletín de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) refiere que las remesas familiares tienen el potencial para contribuir a la recuperación económica y como apoyo a la estabilidad macroeconómica.
En ese contexto, se puede diseñar e implementar un programa de incentivos orientados a la innovación tecnológica y de emprendimiento, para capitalizar las divisas provenientes de las remesas junto con el talento y capacidad de los receptores, mediante la creación de pequeñas y medianas empresas encaminadas a procesos industriales destinados tanto al mercado local como para la exportación, facilitándoles los procesos de su constitución formal.
Para esto se plantea promocionar la creación de empresas de economía social en sus diferentes modalidades (cooperativas, asociaciones de productores, cajas de ahorro y crédito y bancos comunales, entre otras), de tal manera que, a través de estas figuras asociativas se canalicen recursos hacia los sectores productivos con la ventaja de que no solo fomentarán la inversión, sino que, a la vez, contribuirán a la creación de puestos de trabajo para los inversionistas.
