Karola Castro, la reina del chile de cabro y los encurtidos orgánicos
Karola ha desafiado la pandemia con un negocio que inició el año pasado con menos de 500 lempiras. Mama Plucxi Organics se llama su pequeño emprendedurismo en honor a su madre, Verónica, a través del cual elabora chiles de cabro y jaleas de frutas. Ella vive en La Ceiba, pero en tan poco tiempo sus productos recorren el país y los Estados Unidos. La competencia les ha querido copiar el secreto, pero no ha podido por una sencilla razon: Es una receta de 200 años transmitida de generación en generación por sus ancestros negros ingleses. A parte de la cultura culinaria, Karola resalta en esta entrevista la resiliencia de los pequeños comerciantes como ella frente a los embates económicos de la pandemia.
–¿Dónde aprendió a cocinar?
Es una herencia familiar. Mi bisabuela era la cocinera de todos los jefes de la Standard Fruit Company y era tan buena, que la compañía le regaló una beca a los Estados Unidos y se fue a estudiar allá para hacerse chef profesional, pero decidió estudiar psicología y fue la primera psicóloga que tuvo la Standard Fruit Company aquí en La Ceiba.
–¿Cómo se llamaba?
Emilia Johnson, ella les transmitió las enseñanzas culinarias a sus hijas, son recetas ancestrales con más de 200 años. Mi abuela se la transmitió a mi madre y mi madre nos la transmitió a nosotros.
—¿Su madre también cocina?
Mi mamá es una excelente cocinera, conocida en La Ceiba como Mama Pluxci, por eso decidí usar el nombre de ella para mis propios productos, es un apodo porque se llama Verónica Brown.
–¿Había vendido antes?
Vengo de un hogar muy pobre, mi madre nos enseñó a trabajar desde niña vendiendo pan de coco, tabletas de frutas y todo lo que podía venderse en aquellos tiempos.
–¿Cuál es la especialidad de Mami Plucxi Organics?
Tenemos una línea de jaleas de mango, guayaba, tamarindo y mora y tenemos una línea de chiles de cabro en rojo y amarillo 100 por ciento orgánicos preparados por nosotros. También hacemos encurtidos y más adelante vamos a tener una línea de especias.
–¿A qué se refiere con lo orgánico?
Es que no son productos que compramos, sino que son cultivados por nosotros y por vecinos, son árboles que crecieron naturalmente, no se les echa ningún tipo de pesticida, ni abono.
–¿Cuál ha sido la reacción de los clientes?
Ha tenido una aceptación increíble especialmente porque el chile lo diseñé de una forma que pueda condimentar alimentos como las carnes o los mariscos y las jaleas le dan un toque espectacular, nosotros la comemos con tostadas y hasta con “ice cream”.
–¿Cuál es su proyecto?
Quiero que mis productos sean globales para que los prueben todos los hondureños en cualquier parte del planeta, porque pueden condimentar cualquier tipo de comida, hasta un sándwich para los niños en la mañana.
–¿Dónde se puede adquirir?
Estamos en los supermercados las 24 horas y en otras tiendas de La Ceiba y hacemos envíos a todas partes de Honduras.
–¿Los ha enviado a los Estados Unidos?
Hemos hecho varios envíos y nos dieron muy buenos comentarios, pero nuestra intención es exportarlo, de tal manera que los paisanos los puedan tener disponibles.
–¿Pero los hace usted o Mama Plucxi?
No, no, no, yo soy la que prepara el chile 100 por ciento, mi mami es la de las jaleas, yo soy la reina del chile. En La Ceiba todo mundo lo sabe.
–¿Cuál es su receta?
Mire, nosotros usamos suficientes chiles, hacemos nuestro propio vinagre orgánico, usamos un poquito del destilado por que es importante usarlo, pero hacemos nuestro propio vinagre orgánico, que el bisabuelo de mi mami le enseñó a hacer vinagre de guineo, pero el secreto es especias, hierbas orgánicas y sobre todo mucho amor.
–¿Ha recibido apoyo del gobierno o de la alcaldía?
He recibido unos cursos virtuales del INFOP y del gobierno a través de los programas Senprende y Ciudad Mujer para asesoría del negocio.
–¿Piensa extender la línea a otros alimentos?
Estamos trabajando en una línea de guífiti con chile de cabro con un señor de El Triunfo de la Cruz que tiene mucho conocimiento. Estamos buscando los permisos con el alcohol, pero la receta de este señor tiene más de 300 años, es un guífiti espectacular.
–¿Cómo surgió la idea?
La cocina la traemos en nuestro ADN, pero antes de la pandemia yo tenía una tiendita, cuando cerramos, pensamos que sería por dos meses, luego vimos que iba para largo y no teníamos entrada de dinero y fue así como decidimos emprender con las jaleas, los chiles y los encurtidos.
–¿Con cuánto comenzaron?
Comenzamos con 500 lempiras, me compré unos stikers y unos cuantos frascos, vendiendo en el barrio, dábamos la muestra para que nos dieran sus opiniones y les fue encantando, ahora producimos unas mil botellas a la semana. Mi madre me pide la receta, pero no se la he dado porque la puede compartir.
–¿Por qué le dicen chile de cabro?
Es una buena pregunta, pero nunca he preguntado, pero mi mamá me dice que siempre lo han llamado así, me imagino que como pica tanto, hasta la barbilla.
–¿Qué costo tiene?
El bote de 180 mililitros lo vendemos por 32 lempiras y el grande de 360 mililitros lo tenemos por 70 lempiras.
–¿Cómo está el ambiente para Semana Santa en La Ceiba?
Todo el mundo anda muy animado, pareciera que no hay pandemia, pero estamos preocupados por el toque de queda hasta las 8:00 de la noche y La Ceiba vive del turismo y el comercio.
–¿Cómo se ha sentido el impacto económico?
Creo que los que más sufrieron esta pandemia fueron los pequeños negocios porque es el sustento de las familias y sus empleados, pero confiamos que se va a recuperar todo.
–¿Va votar el domingo?
Nunca he votado en mi vida, me fui pequeña para los Estados Unidos, pero prefiero que el pueblo elija sin pelear, porque al final de todo para que un país sea próspero no depende de un gobierno, sino del trabajo de toda su gente.
–¿Cree en los políticos?
Como le digo, no me gusta la política, y nunca he visto que un presidente, un diputado o un alcalde que resuelva la vida de la gente.
