“Pedro Farfán de los Godos”

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14 de marzo de 2021
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12:21 am
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“Pedro Farfán de los Godos”

Por: Segisfredo Infante

Se trata de la vida fragmentaria de un personaje cuya historia familiar parece confusa en exceso, porque fragmentarios suelen ser los documentos. En todo caso es obligación del indagador enlazar con cierto orden los datos dispersos; y del pensador, o filósofo, añadir pensamiento a la construcción historiográfica. No es fácil.

Lo que deseo traer a los lectores son unos apuntes aislados a partir de una charla de José Alfredo Ramírez Fuentes. Ignoro su nacionalidad; pero creo que es salvadoreño en tanto que en el “Décimo Tercer Congreso Centroamericano de Historia” realizado en Tegucigalpa durante julio del año 2016, Ramírez Fuentes expuso en representación de la Universidad de El Salvador. Su charla fue llamativa desde todo punto de vista, incluyendo el nombre con el cual la bautizó: “Pedro Farfán de los Godos: ¿súbdito ejemplar del imperio trasatlántico de Castilla?”.

En la medida que fue posible hice unos apuntes sobre la marcha. Ahora que los reviso siento tristeza porque son anotaciones muy aisladas. Sin embargo, trataré de entresacar algo de mi deleznable memoria, mientras se publica el texto íntegro del joven historiador Ramírez Fuentes; o mientras llegue a nuestras manos. No comprendo por qué varios historiadores tardan tanto en publicar sus investigaciones; o por qué nunca las publican. En tanto que desde mi punto de vista el conocimiento imparcial sólo adquiere sentido racional cuando se comparte, sin sesgos ideológicos, con los demás.

Veamos: Pedro Farfán de los Godos, de origen sevillano, llegó al partido de El Salvador en torno al año 1614. Aparentemente arribó a las tierras del “Reyno de Guatemala” (lo que actualmente es Centro América) con el fin de asumir un puesto de “Alcalde Mayor”, con un equipo de criados, integrado por “moros y africanos”. La presencia de personas oriundas de África es negada por muchos salvadoreños contemporáneos, perdiendo de vista su propio mestizaje etno-histórico. En este punto el investigador afirma que hace falta una historia de las familias en el periodo colonial centroamericano. Pero de hecho se construyó una sociedad “multicultural” en el “Reyno de Guatemala”.

José Alfredo Ramírez Fuentes menciona, además, la llegada a estas tierras de cuatro personas de la misma familia: Marina Infante, Juan Infante Samaniego y Francisca Infante. Parece que Farfán de los Godos estaba casado con Jerónima Infante Samaniego de Medrano. El dato resulta confuso. Y no me queda nada claro si esa familia Infante se quedó a vivir en la provincia de Guatemala o se desplazó hacia El Salvador. El doctor Martínez Castillo identificó, por su parte, dos o tres personajes de apellido “Infante”, establecidos en la Honduras colonial. (Este detalle está publicado en la “Revista Caxa Real”). Imagino que tal apellido se extinguió en el largo proceso de mestización. Así que no tengo casi nada que ver con tales colonizadores.

El joven historiador sugiere que Pedro Farfán (el padre del Alcalde Mayor de El Salvador) se vino de Salamanca a México, varios años antes de 1594, porque allá tenían sospecha que era de origen judío, al extremo que lo suspendieron durante diez años en ciertas funciones. De tal suerte que prefirió venirse para el Nuevo Mundo con el fin de acumular méritos. Al morir dejó su herencia y su prestigio a su hijo Farfán de los Godos, quien aparentemente se empeñó en enlodar el buen nombre de su familia.

Sabemos que la corrupción es tan antigua como las civilizaciones; pero que a veces se pone de moda con los diversos submodelos capitalistas y socialistas. En consecuencia, el “Reyno de Guatemala” nunca fue la excepción de la regla. Mucho menos el partido de El Salvador. Más bien con el curso de las décadas se convirtió en una norma reiterativa. Y Pedro Farfán de los Godos es un símbolo más de la corrupción capitalista-mercantilista del periodo colonial. No sólo por el tráfico de bienes ajenos, sino por su posible conducta inmoral.

Aunque al parecer poseía vínculos estrechos con el “Santo Oficio”, se le abre, sin embargo, una causa en tanto que se niega a asistir a misa con el cuento que “la hostia engorda”. A Farfán de los Godos se le entabla un juicio en el año 1620, con varias acusaciones graves. Entre otras cosas se le acusa de haber hecho un muy mal gobierno en la Alcaldía de El Salvador, provocando “la pérdida de la provincia” y la disminución de los pobladores. También se le acusa de contrabandear añil. Recuérdese que el partido de El Salvador era una subregión predominantemente añilera. Igualmente se dice que por las noches viola a las indias. Y que exhibe su órgano sexual en la plaza pública.

Las acusaciones contra Pedro Farfán de los Godos podrían, probablemente, estar exageradas, sobredimensionadas, pues conocemos otros juicios contra judaizantes en el México colonial, en donde inventaban cualquier fechoría con tal de acorralar a los judíos sefarditas que luego se venían huyendo hacia el istmo centroamericano.

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