Los que ganaron demuestren sabiduría política

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15 de marzo de 2021
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01:04 am
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Los que ganaron demuestren sabiduría política

Marcio Enrique Sierra Mejía

Pasadas las elecciones primarias, ahora viene el tiempo de aplicar sabiduría política para las elecciones generales. La habilidad demostrada y desarrollada en las elecciones primarias. Demostrando tácticas políticas inteligentes. Les dan a los ganadores un mayor entendimiento y capacidad de reflexión. Mayor sensatez. Más prudencia o acierto. Por lo cual. Hay que sacar conclusiones que propicien acercamiento a la buena política y al rechazo de la mala.

Actualmente. La sabiduría y la moral son necesarias interrelacionarlas para dar como resultado un político que actúe con buen juicio. Merecemos una sabiduría política como “la forma especialmente bien desarrollada del sentido común”.
Anhelamos políticos con juicio sano basado en conocimiento y entendimiento. Una aptitud para valerse del conocimiento con éxito. Y un entendimiento para resolver problemas. Evitando o impidiendo peligros. Alcanzando metas. Para desarrollar nuestra nación.

No queremos una política estúpida. Loca. Por el contrario. Ambicionamos políticos sabios. Que impulsen confianza. Y la conviertan en el elemento crucial autoeducativo de nuestra democracia. Que sepan aceptar con seriedad el punto de vista del adversario y vean más allá. Que aprecien el contorno de nuestro mundo común. Que refuercen nuestra democracia. Que demuestren capacidad para manejar crisis internas e internacionales. Que se comprometan con la supervivencia de los hondureños. Que impulsen un verdadero liderazgo sin arrogancia. Sin pretendida superioridad moral. Que revivan el liderazgo moral. Que lo recuperen.

La política nos mueve. Y todas las circunstancias o decisiones importantes pasan por manos políticas. Nuestra vida democrática depende de la política. De los políticos emana la autoridad para tomar decisiones correctas en pro de los ciudadanos. Es por esta razón. Que es importante considerar a los políticos en su dimensión ética. En su disposición a obrar en sus comunidades para lograr el bien común.

Ya basta de practicar acciones políticas incorrectas y demostrar actitudes indignas ante los ciudadanos o sus derechos y libertades. Hoy por hoy. Los políticos deben demostrar una actitud que facilite salir del estancamiento en todos sus aspectos. Hacer política para crecer y lograr el bien común. Empeñarse más bien en poner facilidades a quienes poseen talento.

Necesitamos políticos con sabiduría que superen la demagogia populista. Las promesas teóricas. Políticos que usen el conocimiento para asegurar con sabiduría la salida del atraso. Políticos honrados. Confiables. Veraces. Que promueven paz y certeza. Que incitan al sentimiento solidario.

El desafío de los políticos electos en las elecciones primarias es la moralización real de su praxis política. Cambiar el patrón político perverso. En el que la ética y la moral están ausentes. Darle la base ética y moral al ejercicio político. No seguir creyendo que el poder que la democracia les entrega debe utilizarse para beneficio personal y no a favor del interés público. Salirse de la mercantilización de la política para lucro personal. No dejar de lado la búsqueda del bien común. Ni perder su razón de ser y su autoridad política.
Ya basta de mantenerse en una burbuja conspirativa en la que las fracciones políticas desafían los valores morales e intentan servirse con la copa grande.

La insensatez. Es lo que nos tiene en la crisis política que estamos enfrentando. La búsqueda del bien común se pierde si la reserva moral deja de brillar. Los hondureños y las hondureñas demandamos un liderazgo que demuestre con firmeza que los asuntos públicos son cuestiones que se tratan con ética y moral. Que se descartan las cuestiones o asuntos públicos que impliquen procesos corruptivos por inapropiados. Inoportunos. E irrespetuosos. Que enfrentarán con transparencia y valentía la impunidad. Que el silencio cómplice no pondrá en entredicho la valentía de los políticos que actúan con ética y moral. Que no se van a aferrar a ambiciones de poder que dejen evidencia maligna.

Debe ser la vocación de servicio la actitud básica para guiar el destino de la nación. Con la cual, van a intentar recuperar el perfil ético y de servicio de los funcionarios públicos. La ciudadanía hondureña desea una dinámica política en la que impere la honestidad y no la mentira corruptiva en la clase política. Que recuperen el prestigio con el cumplimiento de objetivos muy precisos para moralizar y adecentar la política. Se tiene que poner fin a la política con propósitos en provecho propio. Queremos una democracia alternativa. En la que prive el involucramiento de la ciudadanía. En las tareas encaminadas a resolver los diversos asuntos que afectan sus intereses.

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