El día después

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18 de marzo de 2021
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12:04 am
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El día después

Por: Óscar Núñez Sandoval
PhD Economista

Recientemente conversábamos con un amigo sobre los grandes retos que asumirá el presidente de Honduras en el 2022. Los candidatos al cargo de presidente de la nación, que participarán en las próximas elecciones de noviembre, deberían tomar conciencia de la gravedad de la situación de Honduras. Para retomar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de la población, me atrevo a sugerir, cuáles, a mi juicio, son algunos de los principales retos, agrupados en cinco grandes temas, que podrían estar reflejados en la agenda del próximo gobierno.

Restituir el Estado de derecho, lo cual comprende: I) Reestablecer el balance e independencia de los poderes, particularmente para proteger la independencia del Poder Judicial; II) definir el tema de la reelección presidencial; III) cómo proceder con el polémico proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE); y IV) revisar los temas relacionados con la administración pública: redundancias e incompatibilidades entre ministerios, la Ley de Servicio Civil, Ley Marco del Subsector Eléctrico y hacer cumplir los requisitos para nombrar funcionarios públicos.

Lucha contra la corrupción. Reforzar los mecanismos de cooperación con la sociedad civil y el sector privado en la lucha contra la corrupción. Trabajar en forjar una cultura de integridad y transparencia sobre todo en los jóvenes y niños.

Alivio de la pobreza. Además de los exigentes gastos en materia de seguridad, se deben atender las necesidades en más y mejor inversión en infraestructura para garantizar servicios básicos universales y de calidad de agua, saneamiento, electricidad y transporte, cuidando del medio ambiente y haciendo frente al cambio climático. Se requiere diseñar políticas sectoriales coherentes con una estrategia de reducción de pobreza y mejora de la calidad de vida de toda la población hondureña, incluyendo grupos vulnerables e históricamente excluidos. También es importante atender los gastos en salud y educación.

Mantener la estabilidad macroeconómica. Atender los gastos en seguridad y alivio de la pobreza requerirá de mucho esfuerzo fiscal. En esta materia ya se observan altos niveles de endeudamiento y de servicio de deuda interna y externa. El déficit de la ENEE requiere una atención prioritaria.

Recuperar y promover a la pequeña y mediana empresa. Mediante una política económica acorde a las necesidades apremiantes, considerando su importancia en la actividad económica y en generación de empleo.

Considerando las difíciles condiciones pospandemia, los daños ocasionados por los desastres naturales, el deterioro institucional y la polarización de la sociedad hondureña, definir una agenda para atender los temas anteriormente enumerados demandará mucho liderazgo, esfuerzo y concertación entre los principales actores políticos, sociales y económicos.

Este proceso sumamente complicado y costoso debe de iniciarse de inmediato, liderado por técnicos hondureños y con la asistencia de agencias bilaterales y multilaterales, los estudios específicos deberán incluir medidas puntuales, incluyendo borradores de decretos, cuando se requieran. Así, se podrá comenzar con acciones concretas el día después de la celebración del 27 de enero de 2022. Caso contrario, se corre el riesgo que las nuevas autoridades asuman el poder improvisando y desaprovechando tiempo valioso que Honduras ya no puede darse el lujo de perder.

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