Nollywood, industria del cine nigeriano (II)

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20 de marzo de 2021
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12:45 am
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Nollywood, industria del cine nigeriano (II)

José María Leiva Leiva

 

Hiram Islas, en el sitio http://revistaiconica.com/, señala: “Nigeria es una de las principales industrias cinematográficas del mundo. Pasando la época de los videohomes de estilo local, comenzó a producirse un cine con presupuestos más amplios y con intención de abarrotar las salas nacionales, internacionales y cualquier otra plataforma que le dé un espacio”. Y todo hace indicar que su despegue se consolida a partir de la exhibición de la comedia romántica “The Wedding Party” (2016), dirigida por Kemi Adetiba (consumada directora de videos musicales y anuncios) que recaudó 1,5 millones de dólares (1,35 millones de euros), un récord para un filme nigeriano.

 

Como antecedente, vale la pena citar que cuatro años antes, “Phone Swap” (2012), dirigida por Kunle Afolayan (“La Citación), se agenciaba en un certamen parisino, el reconocimiento internacionalcon su metáfora sobre la era digital, protagonizada por una pareja proveniente de dos mundos desiguales. Mary (Nse Ikpe-Etim), una humilde y dedicadadiseñadora de moda, al servicio de un jefe más bien déspota y esclavizante.

 

Y por otro lado, Akin (Wale Ojo), un arrogante y egocéntrico ejecutivo de negocios, prototipo del personaje que luce peleado con todo el mundo, con quien terminará, accidentalmente cambiando sus blackberries en el aeropuerto de Lagos, lo que les llevará a un intercambio en sus destinos y a la necesidad de ayudarse mutuamentepara poder llevar a cabo las tareas que les tocaba realizar a cada quien durante ese rocambolesco fin de semana, enfrentándolos en una trama narrativa entre el mundo rural y la gran ciudad. En resumen: “vivir la vida del otro, con perfiles antagónicos y que, finalmente, terminan combinando la suerte del destino en un final feliz”.

 

Ahora bien, retomando la idea inicial referente a “The Wedding Party”, contemplamos una boda, en apariencia convencional, pero que está a punto de fracasar el mismo día del enlace matrimonial por culpa de varios factores adversos: peleas familiares, sinvergüenzas colados al evento, indeseables ex parejas con turbulentos pasados, y por si fuera poco, un ladrón, que recoge de la calle una invitación que por accidente se le cayera al repartidor.

 

Dicho esto, los contrayentes son: Dunni (Adesua Etomi), hija de un magnate del petróleo yoruba, ahora en bancarrota (Alibaba Akporobome). Y, Dozie (el músico Banky Wellington), hijo de un mujeriegomagnate de la electrónica igbo (Richard Mofe-Damijo). Por su parte, la madre de la novia (Sola Sobowale), es una chillona y metiche mujer, en franca competencia de estatus con la madre del novio (Iretiola Doyle), quien luce amargamente distanciada de su marido por su hartas infidelidades, y que además, considera que su vástago merece una novia de mejor familia.

El éxito comercial de este filme provocó el rodaje de su secuela “The Wedding Party 2: Destination Dubái” (2017), dirigida ahora por Niyi Akinmolayan, pulverizando las marcas de la cinta original. Esta vez, los contrayentes son Nonso (Enyinna Nwigwe), hermano de Dozie, con la bellísima rubia Deardre (Daniella Down), la dama de honor de Dunni. Todo comienza cuando Nonso lleva a Deardre a una cita al espectacular Dubai y allí, en un espléndido restaurante submarino (Osseano, del Hotel Atlantis), con ese majestuoso acuario como testigo, le propone matrimonio… por accidente.

 

Después de una desastrosa ceremonia de compromiso tradicional en Lagos, la familia de Nonso y la aristocrática familia británica de Deardre aceptan a regañadientes una boda en Dubai.Concluimos, con las siguientes dos comedias dramáticas: “Your Excellency”(“Su excelencia Ajadi”), convertida en la cuarta película nigeriana más taquillera del año 2019, unasátira políticaescrita y dirigida por Funke Akindele en su debut como directora.

 

Está protagonizada por Akin Lewis (Olalekan Ajadi, actor, director y productor de cine nigeriano) y Funke Akindele (a la que vimos recientemente en “Mamás en guerra”, dirigida por Omoni Obali en 2018) en los papeles principales. Su argumento gira entorno a un bonachón hombre de negocios multimillonario y candidato presidencial fallido (Ajadi), muy obsesionado con el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Justo cuando su campaña política parece estar al borde de otro fracaso, Ajadi es ungido por un partido mayoritario y se convierte en un duro contendiente creíble con la ayuda de las influyentes redes sociales.

 

Por su parte “Mamás en guerra”, cuenta la historia de dos madres que compiten contra sí mismas para asegurar el éxito en la vida de sus hijos,​ agravado por la celebración de un concurso de becas colegial, que solo puede favorecer a uno para viajar tras su graduación a una universidad en Inglaterra. Nos referimos a Ebubechukwu (interpretada por Omoni Obali), y a Olaide (caracterizada por Funke Akindele), quienes viven en el mismo vecindario en la ciudad de Lagos, pero se odian, particularmente Ebubechukwu, que considera a Olaide, una advenediza pueblerina que acababa de ganar dinero y no estaba en condiciones de estar en sociedad con ellos. “Mamás en guerra”, es una entretenida historia de amistad, hermandad y unión a pesar de todo.

 

No menos cierto es que el cine nigeriano ya empezó a atraer a los inversores extranjeros. El estadounidense Netflix, el francés Canal +, el chino StarTimes o los sudafricanos de MultiChoice muestran cada vez más interés por este cine en plena efervescencia.

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