Con lodo al tobillo maestra da clases a segundo grado

Luego de los estragos que ocasionaron las recientes inundaciones en la infraestructura de los centros educativos y, sumado a esto, la crisis de la pandemia que mantienen a los alumnos y maestros alejados de las aulas de clase, la educación enfrenta retos latentes que a diario amenazan con la deserción de muchos estudiantes.

Sin embargo, pese a estas dificultades, ha salido a relucir la vocación de muchos maestros que de una u otra forma buscan cultivar el conocimiento en los niños y día con día hacen su mayor esfuerzo para que sus pupilos no dejen de recibir el pan del saber.

La historia corresponde a Evelin Rivera García, una maestra que imparte clases a niños de segundo grado en el Centro de Educación Mirta Torres de Mejía, de la colonia Planeta, La Lima, Cortés.

Para ella, el acceso a la enseñanza es lo más primordial por lo que busca la manera para que sus alumnos se mantengan activos en sus clases, aunque eso implique atenderlos en medio de lodo y escombros en donde un día fue su centro educativo.

“Realmente, al igual que toda la comunidad estudiantil, nos sentimos preocupados porque una parte de la población tienen conectividad y otra no, para recibir clases”, cuenta la ejemplar mentora.

“NIÑEZ DEBE SALIR ADELANTE”

Quien ante esto añade que “nos ha tocado como maestros buscar soluciones y para esto, disponemos de algunos días de la semana para entregarles materiales fotocopiados y que así estén al día con los temas que vemos. Asimismo, los días viernes vengo para revisarles las tareas”, dijo.

Recalcó que desde que decidió la docencia como profesión, se comprometió a dar lo mejor de sí y este es un momento para hacerlo, “lo que trato, al igual que muchos maestros que hacen lo mismo, es que nuestra niñez salga adelante siempre con lo mejor”.

“Pero desgraciadamente el ambiente en el que lo hacemos ahorita no es el apropiado y se nos hace difícil y no es que nosotros no queramos o que seamos indiferentes o que nos ganamos el dinero haciendo nada como muchas personas piensan, sino simplemente muchas cosas no están a nuestro alcance”.

Refirió que, desde el año pasado, les ha tocado duplicar sus horas de trabajo a fin de abarcar a todos los alumnos y que ellos aprendan de la mejor manera.

DESCONOCEN LOS SACRIFICIOS DIARIOS

“Muchas personas nos tachan de malos maestros, pero ellos no saben los sacrificios a los que nos ha tocado enfrentarnos, por ejemplo, ahora no tenemos hora de salida, entramos a las siete de la mañana”.

“Y salimos a las diez de la noche porque si un padre de familia llama y usted está dormida tiene que levantarse y atenderlo porque si no lo hace ya dice que a usted no le interesa la educación del niño y no es cierto”, lamentó.

García recalcó que, por los momentos, los padres de familia de sus 28 alumnos se han convertido en piezas fundamentales para sacar adelante a sus alumnos. “Contamos con la ayuda de los padres en poner a trabajar los niños en físico por medio del internet, pero los que no lo pueden hacer, buscamos siempre la manera y es cuando vienen hasta el centro para que pueda revisarles los trabajos a los niños y entregarles, de igual forma, material para que trabajen en casa”.

Indicó que está consciente que no es el mejor momento de la educación pero que al igual que ella, los 33 docentes que atienden en el centro educativo, se están esforzando por sacar adelante al alumnado y que puedan cosechar más conocimientos.

“Por el momento, sabemos que no es el mejor tiempo ya que muchos alumnos se fueron luego que sus padres perdieran todo en las inundaciones; muchos de ellos que alquilaban se fueron”.

Pero “seguimos en pie viendo de qué manera podemos sacar la institución aportando un granito de arena a nuestra sociedad y país Honduras”, concluyó, tras pedir a las autoridades municipales que hagan la limpieza del centro educativo a fin de poder atender a los alumnos en mejores condiciones.

Doña Julieth Alvarado, madre de familia reconoció: “Realmente la maestra Evelin es una gran profesional porque muchos de nosotros no tenemos internet para que los niños reciban las clases”.

“Lo perdimos todo en las inundaciones, pero ella toma su tiempo para venir a darles copias de trabajo y revisarles las tareas de manera que puedan pasar el grado. Se preocupa para que aprendan”.

DATO
El Centro de Educación Mirta Torres de Mejía es uno de los más grandes de La Planeta ya que atiende una población de al menos mil 400 alumnos asistidos por 33 maestros, de estos, solo hay matriculados 800. Está totalmente inhabilitado y lleno de lodo. (Por: Eleana Enamorado).