El fracaso de la revolución cubana (2 de 3)
Por: Otto Martín Wolf
El éxodo.
Inmediatamente después de su triunfo, los revolucionarios empezaron a impartir justicia de la manera más violenta: las turbas gritaban “paredón” y muchos de los esbirros del dictador en fuga -Batista- fueron ejecutados en “juicios express”, en los que no había posibilidad de defensa, apelación ni nada. Los culpables eran ejecutados inmediatamente, la cifra exacta nunca se conocerá, se supone que fueron entre 6 y 7 mil seres humanos.
Esa justicia revolucionaria, que continúa hasta el momento, demostró la calidad humana de Fidel hasta en sus compañeros del Granma, quienes en muchos casos también cayeron bajo sus balas, fueron a dar a las cárceles o al exilio.
Qué diferencia con un hombre que estuvo 27 años preso injustificadamente -dicho sea de paso- víctima del “apartheid”, segregación racial impuesta en 1948 en Sudáfrica.
El gran Nelson Mandela, al ser liberado, alcanzó el poder por el voto popular y, contra lo que se pudiera esperar, no buscó revancha, no encendió a los negros contra los blancos que les oprimieron durante tanto tiempo, no llevó a los tribunales a nadie por lo que le habían hecho.
Por el contrario, demostró el amor, capacidad de estadista y su calidad de ser humano, respetando a todos por igual y buscando la unificación de su patria.
En Cuba, conforme la dictadura militar de Fidel se fue afianzando y las condiciones de vida deteriorando, muchos buscaron la libertad del exilio y empezó un éxodo que continúa hasta la fecha.
Fidel cerró la salida legal y los cubanos recurrieron al asilo político en las embajadas de diferentes naciones, el acceso a las cuales fue cortado por el régimen para tratar de evitarlo.
Pero hubo excepciones, la más notable ocurrió en la Embajada de Perú. En un solo día, el 4 de abril de 1980, más de 10 mil cubanos se refugiaron en los jardines y patios, entraron y entraron, algunos no encontraron más espacio que en los árboles.
La rabieta de Fidel condujo al llamado Éxodo de Puerto Mariel.
En un arranque de cólera dijo que todos los que quisieran irse lo podían hacer por ese puerto. Miles de cubanos partieron de Florida en pequeñas lanchas a recoger a parientes y amigos.
En total 125 mil personas hasta que Fidel cerró las puertas, posiblemente con temor de que se fueran todos. Más de 150 embarcaciones fueron obligadas a regresar vacías. Fidel luego dijo que se trataba de “lumpen”, que significa desadaptados e indeseables, contradiciendo aquello de la igualdad en el “paraíso cubano”.
También Fidel aprovechó para vaciar un poco sus cárceles con delincuentes comunes y hasta enfermos mentales que le mandó de “regalo” a USA, su enemigo.
El éxodo cubano ha continuado hasta la fecha. Precarias balsas, escondidos en embarcaciones y en aviones, delegaciones médicas y deportivas completas que deciden no regresar, a veces con familiares como rehenes en Cuba.
El gobierno llevó a cabo un experimento de reforma agraria que fue muy publicitado. El azúcar, su principal producto agrícola de exportación, alcanzó un máximo de 5.6 millones de toneladas antes de revolución, este año -2021- la proyección es de 1.2 millones de toneladas, 4 millones de toneladas menos que en 1959, sesenta años después.
El fracaso de su política agraria se puede medir no solo en ese pésimo rendimiento, en 2017 Cuba importó azúcar de remolacha de Francia para abastecer el consumo local. El antiguo productor número uno de azúcar en el mundo terminó importando.
De paso, comentaron los cubanos que ese azúcar era de mejor calidad.
El estado actual de la reforma agraria es caótico, con leyes que cambian constantemente, el agro en Cuba nunca ha recuperado los niveles de antes de la revolución.
Tampoco la industria y el comercio alcanzan a ser lo de antes de 1959.
El turismo, principal fuente de ingresos junto con las remesas que mandan desde el exilio, ayudan a mantener el régimen de hambre que vive el pueblo cubano.
En el tercer y último capítulo hablaré de la relación de Cuba con la ex Unión Soviética y Venezuela en algo que solo puede ser llamado “los parásitos”.
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