Según la Policía, los detenidos son exmilitares que laboran en una agencia de seguridad, pero que también se dedican al sicariato.
Después de haber herido a balazos a tres personas a las que pretendían matar, dos sicarios fueron arrestados por agentes de la Policía, quienes evitaron que los malvivientes concretaran el triple crimen que tenían planeado.
Los detenidos fueron identificados como Bryan Teodoro Romero y Jonathan Misael Colindres.
La detención se produjo el sábado 21 de marzo, en horas de la noche, en el Hospital Gabriela Alvarado de la ciudad de Danlí, indica el parte policial.
La intención de los presuntos malvivientes era ultimar a las tres personas, y el video quedó registrado por las cámaras de seguridad del hospital.
La información divulgada por la Policía Nacional establece que en la colonia Nueva Esperanza se registró una balacera en la que hombres armados atacaron a cuatro jóvenes.
En el lugar falleció una de las víctimas, identificada como Carlos Rodríguez (26), mientras que otras tres resultaron gravemente heridas y fueron llevadas al centro asistencial.
FINGIERON SER PACIENTES
Los presuntos matones a sueldo, para terminar su acción, ingresaron al centro hospitalario haciéndose pasar como pacientes.
Sin embargo, los guardias de seguridad del lugar notaron algo extraño en ellos y procedieron a alertar a los agentes de la Policía Nacional.
Minutos después, los efectivos de la Policía lograron arrestar a los dos sospechosos, quienes fueron identificados por testigos protegidos como parte de los criminales que perpetraron el ataque en la Nueva Esperanza.
Se presume que unos cinco hombres lograron ingresar al hospital después de que personal médico recibiera los heridos.
Los sospechosos rodearon el centro asistencial, “dos de ellos fueron capturados, mientras que otro grupo daba persecución a la ambulancia, donde se trasladó a dos de los heridos hacia Tegucigalpa”, informó la Policía Nacional.
La Policía está investigando cuál fue la razón que motivó el atentado criminal, al tiempo que considera que la acción de los bandidos puso en riesgo la vida de personal médico, pacientes y de otras personas que estaba en el Hospital Gabriela Alvarado. (JGZ)
