¡No podemos claudicar!

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25 de marzo de 2021
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12:04 am
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¡No podemos claudicar!

Por: Rafael Jerez Moreno
Twitter: @RafaJerezHn

Para nadie es un secreto el diagnóstico del sistema democrático hondureño. El país es un paciente al que hemos visto enfermo por mucho tiempo, la vacuna democrática sí surte efectos, pero el virus no es tan sencillo de eliminar. El proceso electoral primario del 14 de marzo es una muestra de que el simple acto de celebrar elecciones no es un sinónimo de democracia. Sin garantías el proceso electoral no cumple con su propósito, aunque algunos quieran legitimarse por esa vía.

Celebrar elecciones en medio de una emergencia sanitaria es, en sí mismo, un desafío institucional y ciudadano para demostrar compromiso cívico y democrático. En las elecciones primarias celebradas en el año 2012 se registraron un total de 2,458,568 votantes, cuatro años después, 2,541,456 votantes acudieron a las urnas en las elecciones primarias del 2017. Si finalizado el escrutinio definitivo, el Consejo Nacional Electoral contabiliza más de 2 millones de votantes, será un buen síntoma de participación ciudadana con las restricciones que impone una pandemia y con un contexto político de desconfianza y conflictividad social. Ese es el capital sobre el que tenemos que construir la participación ciudadana frente a las elecciones generales.

“Las elecciones se ganan en las mesas”, gran verdad. Puede organizarse un proceso electoral de altura desde su convocatoria hasta su declaratoria, pero si en las mesas no hay integridad, en el resultado tampoco la habrá. Más allá de que en las mesas electorales hay representantes de los partidos, en última instancia son ciudadanos. Por ende, si hay corrupción en las mesas, corruptos no solo son los políticos que compran votos, sino los ciudadanos que se prestan al juego en el proceso de votación y en el conteo. ¿Podemos combatir esto? Sí, progresivamente. La inmediatez en política generalmente no se produce, por lo que esa progresión debemos buscarla desde ahora, exigiendo -de forma organizada, por medio de organizaciones sociales y juveniles- las correcciones que deben hacerse previo a que se convoque a elecciones generales el 27 de mayo del 2021.

Las elecciones nunca son la solución absoluta para abordar los problemas de un país, pero sí son parte de la solución. Cometeríamos un grave error si el descontento que nos dejan los errores que se cometieron en las primarias nos alejan del proceso electoral general. Los corruptos no van a ceder espacios, llevan años regocijándose de la apatía ciudadana para permanecer donde están. ¿Los quiere seguir viendo ahí, o quiere que las cosas cambien? Se vota hasta en noviembre, pero la presión y la decisión de participar la debemos tomar desde ahora.

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