¡Los culpables!

ZV
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26 de marzo de 2021
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12:01 am
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Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

La hipocresía es la raíz de la mentira entronizada en la maldad, llena de pensamientos y sentimientos tóxicos que arrancan con el odio la maldad y la traición como estrella de pecado que Dios jamás perdonará.

El hombre como fin supremo de creación divina de Dios, lo creó como semilla común para el desarrollo del ser humano. Para el mismo hombre.

Los hondureños somos amantes de la paz, pero sin perjuicios de ideas doctrinarias que afecten nuestra idiosincrasia, nuestra manera de ser.

Somos un pueblo que amamos y vivimos en democracia y libertad, es nuestro sistema de vida, y luchamos y buscamos con fe y esperanza un mejor porvenir, para el desarrollo intelectual, profesional, tecnológico y científico, para que nuestras generaciones futuras logren concretizar sus sueños, que enarbolen sus máximas aspiraciones para un mundo mejor.

La democracia y la libertad es el mejor sistema para el hombre y los pueblos libres.

Pero como en toda sociedad se dan personas adversas llenas de toda maldad, esos “los culpables”, los responsables padres del subdesarrollo y del malestar colectivo y del atraso en que viven los ciudadanos que buscan como camino a sus soluciones marchar en caravanas en pos de un mejor estatus social para sus hijos y los demás.

Que vengan los “culpables”, uno a uno, pero que vengan; que rindan cuentas unos y otros con sus enormes depósitos en los bancos extranjeros y los políticos venales o el diputado que vende su voto a cambio de un puesto o determinada cantidad de lempiras, a escondidas, en la sombra de la oscuridad de la noche o en un desierto escondido. Y el juez que no sentencia mientras no recibe la señal del Ejecutivo, o el presidente de la Corte Suprema, o el empresario que defrauda al fisco y el periodista que no informa mientras no recibe el dinero en sobre cerrado.

El hombre perverso se dio en el “Tribunal Nacional de Elecciones”, en el pasado histórico, con huellas de criminales de lesa humanidad. Hoy se repite la historia con nuevas técnicas científicas, con mujeres y hombres en el “CNE”, pretendiendo con su maldad estar abrazados con el “coronavirus”, más de 50 horas en la oscuridad con los votos bajo la mesa sin poder dar un informe como las viejas prácticas, llenas de sobornos sin “luz”. ¿Dónde están los culpables?

Todos tenemos recetas fáciles para gobernar, pero gobernar no es muy fácil, máxime donde hay una cadena de corrupción. Por eso pido que gobiernen los que saben, no mediocres y mucho menos los demagogos-populistas, engañando al pueblo con un mendrugo de pan, con una foto en la bolsa. No, a esos no los queremos. Queremos los que saben gobernar, pero que nos permitan en nuestro nombre, sin cóleras ni violencias, decir lo que nos parezca mal… Es tarea fundamental nuestra, exigir al gobierno la seguridad de nuestras vidas. No puede haber paz ni alegría si no se puede transitar por las calles, ni estar en casa sin el temor al asalto y al crimen, como estamos viviendo en estos días. La seguridad es imprescindible para el bienestar individual y colectivo.

Tenemos de estar viviendo doce años con gobiernos de la “estrella solitaria” y no alcanzamos ver la luz de un nuevo amanecer, porque se llevan queriendo transformar la mentira de la maldad con propósitos de corrupción escondidos en las manos llenas de “perversidad”.

Cuando la palabra tiene puentes luminosos. Que nadie suba a la tribuna sin un motivo justo y que nadie baje de la tribuna sin el sentido de la dignidad cumplida. Este mensaje no es para fustigar, es para que corrijan esa conducta incierta, llena de valores y gérmenes de sus incongruencias y conflictos, llenos de estigmas y odios que solo abonan al precipicio del sepulcro.

Escribir es un ejercicio de la mente, no se asusten, esto no tiene nombre ni tampoco apellido, pero sí creo que habrán muchos que se dan por aludidos. No se olviden que el poder marea a los tontos y los vuelve mediocres.

¡Que Dios salve a Honduras con sus buenos hijos!

E-mail: ga-milla@hotmail.com

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