H. Rubinstein y otros empresarios en Choluteca

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28 de marzo de 2021
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12:01 am
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H. Rubinstein y otros empresarios en Choluteca

Por: Segisfredo Infante

De nuestras investigaciones documentales, de primera mano, en los archivos municipales y departamentales de Choluteca, realizadas entre julio de 1986 y julio de 1987, derivamos los siguientes fragmentos citados casi literalmente: Herman Rubinstein nació en Checoslovaquia el 20 de octubre de 1906. Su señora esposa, también de nacionalidad checa, vino un poco antes de la guerra en 1939. Don Herman ingresó a Honduras por Puerto Cortés, vivió en San Pedro Sula y, a partir de 1932, se instaló en Choluteca. Desde un inicio se dedicó al comercio y a la agricultura, concretamente al café. Se relacionó con la casa alemana (Siercke) y con la casa italiana (Tavarone). La casa comercial “Herman Rubinstein y Cía.”, se estableció en 1933 con un socio de Rumanía, llamado Isaías Gohstac (?), a quien don Herman dice haber conocido aquí en Honduras. La tienda siempre ha manejado el renglón de la ferretería y no fue objeto de la intervención fiscal del Estado de Honduras durante la segunda guerra mundial por cuanto ellos estaban en contra de la guerra y “no éramos con el asesino de Hitler; éramos en contra de ese asesino”.

Aparte de las investigaciones archivísticas hicimos varias entrevistas orales que en aquel momento intentamos confrontar y procesar. Veamos: En la entrevista oral con la familia de doña Leticia Siercke de Mondragón, el 27 de julio de 1987, la madre de doña Leti dice que Herman Rubinstein es de Israel, o sea que es de origen judío, y que él y su socio vinieron a Choluteca (dice ella), vendiendo cortes (telas) en las calles con una valija en la mano. Pero adelante agrega que el verdadero capitalista es don Isaías pues recibió una herencia y con la misma compraron la casa donde instalaron la ferretería. Dice que doña Sara, la esposa de don Herman, es también judía. Que su hija Martha se fue como cónsul de Israel a Nueva York, y que Max es comerciante en San Pedro Sula.

En lo que respecta a referencias propiamente documentales de esta empresa, se pueden sintetizar las siguientes: A) Herman Rubinstein, mayor de edad, entabla demanda ordinaria a don Miguel Nicoli, de este vecindario, para que le haga efectivo el pago de L.496.70, por igual valor de mercancías que le vendió al crédito el 7 de marzo de 1940. Pide que se haga un embargo precautorio de dichas mercancías, y que se depositen en manos de una persona extraña, imparcial y responsable. Las mercancías, entre las cuales se menciona una variedad de telas, quedaron depositadas en las bodegas de la Casa Siercke. (Diligencia de Embargo Precautorio. Juzgado 1º. de Letras, 2 de octubre de 1940). B) La Casa de Herman Rubinstein facilita a la Municipalidad 2 libros en blanco, empastados a L.2.50 cada uno, para inscripciones de actas de defunciones y duplicado de las mismas. (Libro de Actas Municipales. Acta No. 4, punto No. 2, folio 170, del 15 de agosto de 1941). También facilita 2 machetes largos a L.4.00 cada uno, para el aseo de solares y calles del Concejo. (Acta No. 13 de 8 de agosto de 1941). Suministra un candado “YALE” a L.3.50 cada uno, para dar seguridad a una puerta de la oficina de la Tesorería de este Concejo. (Acuerdo No. 8 del 2 de noviembre de 1943). C) En 1942 aparece Herman Rubinstein agrupado en la Tercera clase de capitalistas contribuyentes de la Municipalidad pagando L.25.00 de impuestos. (Acta No. 17 del 16 de febrero de 1942). De otros incisos y documentos se desprende que don Herman Rubinstein se metió en dificultades con las autoridades locales y con otros comerciantes.

Ahora miremos el caso de la “Familia Pool”: La planta eléctrica y fábrica de hielo, que pertenece a doña Enma Vda. de Pool e hijos, y ubicada en Choluteca, fueron producto de la energía del señor Albert J. Pool, quien falleció a los cuatro años de haberse establecido la planta, dejando a su señora y a los menores Silvia, Emily y James Pool, al cuidado de los trabajos, cargando las calderas y vigilando las máquinas todas las noches por espacio de nueve años. La familia Pool adquirió la empresa cinematográfica que era propiedad de la misma firma (?). (…) Lo cierto es que el financiamiento del alumbrado público, en manos de una firma privada, según una entrevista con don Joaquín Salinas, “significó un permanente dolor de cabeza para los munícipes de aquellos años”.

Los datos anteriores apenas significan un tres por ciento de nuestra investigación pionera que realizamos sobre extranjerías en Honduras, principalmente sobre la presencia de empresarios alemanes en Choluteca entre 1990 y 1947, con antecedentes del siglo diecinueve en Amapala. Las personas que realizaron esta investigación son las siguientes: Segisfredo Infante, Ligia Page, Mirian Fernández y dos más. Los párrafos han sido transcritos con fallas de redacción y puntuación, según los documentos.

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