Nery Alexis Gaitán
Este es un mensaje de fraterno agradecimiento. El 8 de abril estamos cumpliendo 80 años de amistad con el pueblo taiwanés. A lo largo de los años hemos sido testigos cómo este pueblo trabajador y noble, se ha ido posesionando en el ámbito mundial por su ayuda y mejoramiento en la calidad de vida en el planeta. Su manejo de la pandemia ha sido muy efectivo y ha servido de ejemplo para los demás países.
En la actualidad, Taiwán lucha por ser reconocida como una nación independiente de China continental y por su incorporación a la ONU, tal como debe ser. Creemos que es justa esta lucha que está basada en la autodeterminación de los pueblos. Además, el aporte de Taiwán a la humanidad es extraordinario.
Durante estos 80 años los hondureños hemos sido beneficiarios de una amistad sincera y solidaria, que nos ha tendido la mano en momentos difíciles, cuando hemos requerido ayuda de los pueblos hermanos.
Taiwán siempre ha estado presente para ayudar de una forma generosa y desinteresada. Por ejemplo, cuando la crisis política del 2009, fue uno de los pocos países que no retiró su apoyo a nuestro pueblo. Siempre ha dicho presente y de manera oportuna cuando hemos sufrido desastres naturales como el huracán Mitch y las tormentas tropicales recién pasadas. Su mano presta para socorrer, nunca nos ha defraudado.
Una de las características de la embajada de Taiwán en Honduras es que su presencia es notoria en diversos aspectos y rubros de la vida nacional. A través de los años ha sido muy significativa su ayuda en el agro, con una serie de proyectos de asistencia técnica y monetaria. Para ilustración citaremos el proyecto de “Fortalecimiento de la Capacidad de Producción y Comercialización de las Organizaciones de Agricultores en Honduras”, bajo la ejecución de la Misión Técnica de Taiwán, en conjunto con la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria SAG/DICTA, ubicada en la Estación Experimental “Santa Catarina” en La Esperanza, Intibucá, donde su asistencia técnica es sobresaliente.
También podemos mencionar que su programa porcino ha sido muy importante, lo mismo que sus programas de asistencia en el cultivo de tilapia. En el ramo de la salud sus brigadas médicas han beneficiado en gran medida a los hondureños.
Lo mismo podemos decir en el área de la educación, han hecho grandes aportes impactando positivamente a nuestros niños y jóvenes. Mencionaremos el programa “Done un Aula”, en colaboración con LA TRIBUNA y Canal 10, con el cual han construido muchas aulas y restaurado escuelas. Asimismo, el programa de becas ha permitido que más de 600 hondureños, con becas completas, hayan ido a estudiar a Taiwán diversas carreras.
Ahora que estamos celebrando los 80 años de convivencia fraterna, la embajada taiwanesa ha estructurado un ameno programa para celebrar este importante acontecimiento en la vida de los dos países. Entre las actividades podemos mencionar: la continuidad de la exportación de productos de agricultura y ganadería de Honduras, lanzamiento de productos comerciales de empresas hondureñas y taiwanesas, la emisión de sellos conmemorativos en ambos países, actividades deportivas, presentación artística de grupos taiwaneses, entre otras que suman más de 20 actividades.
Es justo reconocer la solidaria ayuda que de forma humanista hemos recibido siempre de los hermanos taiwaneses. Ayuda que ha impactado de una forma positiva regiones muy necesitadas de nuestra patria. Es característica de los taiwaneses su constante amabilidad y colaboración.
Ya sabemos que en la vida se cosecha lo que se siembra; y, en este caso, los hermanos taiwaneses han plantado en nuestras vidas generosidad y solidaridad, por lo que han cosechado nuestro eterno agradecimiento y nuestra profunda amistad.
¡Larga vida al pueblo taiwanés! ¡Que la prosperidad les sea siempre propicia!
