El 2020 Honduras gastó más en defensa y seguridad que en salud
Pese a la crisis sanitaria por la pandemia de la COVID-19, el 2020 Honduras destinó más recursos para los temas de defensa y seguridad, que a salud, establece un informe que analiza el comportamiento del gasto público del gobierno el año pasado.
De acuerdo al reporte “Perfiles Macrofiscales” del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), la principal erogación fue el servicio de la deuda pública. Pero el análisis de la ejecución presupuestaria del 2020 arroja que, del total del presupuesto del gobierno central, alrededor del 13.7 por ciento se destinó el rubro de defensa.
Por su parte, “los gastos de salud, que ni siquiera en este período de emergencia tuvieron un comportamiento destacado, equivalieron al 10.5 por ciento del total de gasto ejecutado en 2020”, establece el documento.
Aunque el gasto en salud estuvo “por encima del 9.4 por ciento del año previo”, esto, “muestra poco interés de las autoridades por dar una respuesta pública, universal y contundente a los problemas sanitarios que enfrenta la población”, añade.
Por fortuna, los recursos presupuestados aumentan ligeramente al 11.5 por ciento del total en 2021 y habrá que esperar si son suficientes para la adquisición de las vacunas necesarias para inmunizar a la población contra el COVID-19.
“Respecto a la asignación a los servicios de salud, esta no alcanzó a representar la importancia que el gobierno les da a los gastos de defensa y seguridad, evidenciando el desequilibrio entre las actuales necesidades de asistencia social de la población y los intereses de los gobernantes”, resume.
Menciona que de acuerdo a los reportes del Fondo Monetario Internacional (FMI), en seguimiento a las acciones del gobierno para la atención de la emergencia sanitaria, las necesidades de gasto adicional alcanzaron 2.1 por ciento del PIB en 2020, incluidos los gastos de atención médica de emergencia 0.9 por ciento del PIB.
También se entregaron beneficios de desempleo temporal para trabajadores formales 0.6 por ciento del PIB, entrega de suministros de alimentos a familias pobres 0.2 por ciento del PIB y transferencias de efectivo a trabajadores informales 0.4 por ciento del PIB.
Así el gasto público en salud que representó 2.3 por ciento del PIB en 2019, debió subir como mínimo hasta el 3.2 por ciento en 2020, sin embargo, la trayectoria parece confirmar erogaciones por solo 2.8 por ciento del PIB, mucho menos de las necesidades financieras planteadas.
En consecuencia, aún cuando hace falta algún tiempo para la presentación de las cifras oficiales por parte del gobierno hondureño, habrá que esperar los montos finales ejecutados para evaluar a conciencia los recursos que destinaron las autoridades para atender la emergencia sanitaria, finaliza el reporte. (JB)
