Labor incansable de cuerpos de socorro, en especial de la Policía Nacional es poco reconocida y valorada
Ivonne Tábora
Lic. en Periodismo
Más de 9 mil efectivos de la Policía Nacional trabajaron incansablemente durante esta época de Semana Santa, para brindar seguridad a los miles de veraneantes, turistas, ciudadanos que se trasladaron a diferentes sitios del país para disfrutar de este feriado que recién pasó.
Tuve la oportunidad de visitar la zona sur del país, justo en estos días de asueto, en el camino pude contar unos 6 a 7 puestos de control y retenes en los cuales agentes de la Policía Nacional paraban los vehículos, requiriendo los papeles del mismo, licencia de conducir y preguntando hacia dónde uno se dirigía.
En uno de los retenes aproveché la coyuntura para conversar con uno de los agentes, sobre la labor que realizan, me contó con tono humilde que hacían turnos de 9 días seguidos, con un horario de las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche, estamos hablando de 19 horas de trabajo, en las que la mayor parte del tiempo están parados, todo para hacer cumplir las medidas de bioseguridad y las restricciones por la emergencia de salud, ante la pandemia, además de las acciones por disuadir y controlar los delitos y faltas para evitar accidentes viales, entre otros, en este período de Semana Santa. Me dijo en tono cansado, que era difícil, pues con la pandemia y con el paso de los huracanes Eta e Iota, se incrementó el trabajo para ellos, y hay que sumarle las temporadas de feriado nacional, en las que hay movilizaciones masivas, en las cuales les toca también chambear duro y a veces pasamos meses sin ver a nuestra familia, cabizbajo concluyó expresándome.
Lo irónico de todo es que para nosotros este tipo de trabajo o sacrificio llamaría yo, pasa desapercibido y pocos lo reconocemos y todavía más, no lo agradecemos, se nos hace algo normal ver a los policías o al Ejército, trabajando todo el tiempo, como si ellos no fueran seres humanos, muchas veces hasta se les falta el respeto, se les ve de menos y se les juzga su accionar, por el mal proceder de algunos.
Porque si bien es cierto la institucionalidad se ha visto manchada por actos irregulares en el pasado, por algunos malos policías, no se puede generalizar, porque como en todo hay malos y buenos profesionales, pero hay muchos buenos elementos que hacen un trabajo loable, con sacrificio y responsabilidad.
La realidad es que tenemos una Policía mil usos, los vemos desde cargando alimentos y llevándolos a lugares recónditos de Honduras, para los más necesitados, haciendo operativos para que la población cumpla con las medidas de bioseguridad, cuando cada uno de nosotros debemos ser responsables en el tema de prevención y manejo del covid-19, atendiendo las llamadas de la ciudadanía, exponiendo su vida en todo momento y algunos muriendo como pasó este fin de semana, que dos jóvenes agentes fueron asesinados, sirviendo al pueblo, enlutando familias hondureñas.
Los jóvenes agentes policiales apenas tenían 26 y 28 años y atendiendo una llamada del sistema 911, acudieron a un lugar de la capital en donde se supone les tendieron una emboscada y los mataron, en el cumplimento de sus deberes.
Como este caso hay muchos, que quedan en el olvido nada más porque se trata de policías cumpliendo con su deber, pero qué hay de sus familias, del dolor de sus madres y sus hijos.
Los equipos de socorro y voluntarios se merecen nuestro agradecimiento y respeto, además de la Policía Nacional, el benemérito Cuerpo de Bomberos, miembros del Comité Permanente de Contingencias (COPECO), Instituto de Transporte Terrestre (IHTT), Cruz Roja, etc., mientras miles de hondureños veraneaban, ellos trabajaban, como resultado se decomisaron más de 3 mil licencias de manejar y se cerraron alrededor de 58 bares, atendiendo 700 puntos de control en todo el país.
Ha sido un arduo trabajo de diferentes equipos, con un común denominador, dar seguridad a los hondureños que se trasladaron a los diferentes puntos turísticos del país o a sus lugares de origen, por lo que se merecen nuestro agradecimiento y nuestro más sentido pésame a las familias de los dos agentes que perdieron sus vidas trabajando, seamos empáticos.
Lucas 6:31: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
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