Los problemas sexuales que están enfrentando las parejas en pandemia
La vida desde marzo de 2020 ha cambiado. Ese mes llegó el Sars-Cov-2, responsable de la pandemia de covid-19 y de las cuarentenas que ya se han prolongado durante más de un año. Y tal como lo han hecho varios aspectos de la cotidianidad, la sexualidad es una de las necesidades que más se han visto afectadas. Sobre todo cuando se trata de estar con la pareja las 24 horas del día…
Un estudio del Centro Miintimidad de julio de 2020 reveló que, al menos durante la primera etapa de confinamiento, las encuestadas habían disminuido al menos en un 64% sus encuentros sexuales, a pesar de estar con la otra persona bajo el mismo techo. Una situación similar ocurre con los hombres.
Otro estudio del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, recogido por el diario español El País evidenció que sólo un 13,6% de los consultados ha mejorado la calidad de sus encuentros sexuales en pandemia; el 43,5%, en tanto, aseguró que disminuyó y el otro 42,8% dijo que se mantuvo.
Parece ser que la tónica, en medio del encierro y el teletrabajo, es el agotamiento y la sensación de que “no resulta”.
El problema
La psicóloga Sandra Isella escribió en el sitio Psicología Madrid que “tener sexo, es un aspecto fundamental del ser humano. También es un importante regulador emocional, fisiológicamente estimula nuestro sistema nervioso y tienen efecto excitante, vigorizador y activador, de descarga, como también puede ser un momento de gran conexión e intimidad, relajante y calmante”.
En medio del confinamiento, explicó a El País el psicólogo y sexólogo de la Fundación Sexpol Roberto Sanz, “hemos perdido toda la normalidad y todos los hábitos y rutinas. Eso desestructura bastante las parejas”. Esto, detalló, aumentado por la sensación de rutina, el estrés y la ansiedad.
La situación se refleja también en lo que ha sido denominado como “fatiga pandémica”, que según la Organización Mundial de la Salud es el cansancio generalizado por el constante estado de hipervigilancia y las consecuencias del coronavirus en la salud mental.
Este estado de cansancio se produce por diferentes motivos, como por ejemplo, el constante estado de alerta para evitar los contagios, la constante preocupación e incertidumbre por la situación económica, generando un gran desgaste acumulativo, al que se suma la privación de libertad causada por las cuarentenas y los estados de aburrimiento.
En ese sentido, la psicóloga especialista en trastornos sexuales Irene Bedmar dijo al portal español que “se ha evidenciado en este último año cómo los problemas que han generado mayor estrés han acabado también repercutiendo en nuestro deseo sexual, al ser este una etapa fundamentalmente psicológica y, probablemente, la más vulnerable a nuestro estado emocional”.
¿Cómo vivirla?
Isella llama a “vivirla como podamos, de la forma que podamos y cuando podamos, en estos tiempos de pandemia por el coronavirus, sin sentirnos obligados a nada, ni culpables por tener o no tener, hacer o no hacer, sentir o no sentir, con el único foco puesto en cuidarnos y cuidar a los demás”.
Bedmar, por su parte, sostiene que “si dejamos que la inercia y las prisas del día a día devoren nuestra vida afectiva y emocional, al final nuestra sexualidad suele ser una de las grandes damnificadas. Por el contrario, cuando nos esforzamos un poco por cuidar todas estas claves anteriores que mencionaba, resulta mucho más sencillo coger la agenda (física y mental) y priorizar nuestra satisfacción sexual”.
La opción de los juguetes sexuales, por otro lado, es una que se avivó durante los últimos meses. Tanto así que, según reveló la AFP, millones de personas alrededor del mundo ya han comprado uno de estos implementos en lo que va de la pandemia en distintas ciudades del mundo.
Con todo, el consejo de Isella es “autoconocernos, explorar y experimentar para encontrar nuestra manera de satisfacer nuestro deseo sexual”. (BioBio Chile)
