Vivimos en una sociedad con crisis de valores y virtudes

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15 de abril de 2021
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12:01 am
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Vivimos en una sociedad con crisis de valores y virtudes

Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.

Actualmente en nuestras sociedades no está muy de moda referirnos al tema de valores o virtudes, dos conceptos similares, pero no equivalentes, ya que un valor es un sustantivo sin adjetivo como la honestidad, responsabilidad, lealtad, solidaridad, etc., mientras que la virtud se identifica más con el adjetivo de una persona como cuando decimos un profesor ejemplar o una ciudadana honesta.

La palabra valor viene del latín valor, valoris y esta deriva de una raíz indoeuropea, de manera general según la Real Academia, ofrece la acepción de esta palabra como el grado de aptitud o utilidad de las cosas, para lograr satisfacer las necesidades o ya sea para producir deleite o bienestar en el campo de la filosofía, además las decisiones que se toman son un reflejo de los valores y creencias de cada persona.

Mientras que la palabra virtud proviene del latín virtus , igual que su equivalente griego, arete, que significa cualidad excelente o disposición de obrar bien en sentido moral, pues las virtudes son aquellas disposiciones que hacen que las personas obren para el bien, para los filósofos Aristóteles y Platón, las virtudes determinaban las buenas acciones, conductas y hábitos en las personas.

Platón y Aristóteles fueron los iniciadores del valor de la ética, se preguntaron por la maldad o bondad de los actos humanos en general y aunque se dieron muchas discusiones en esos tiempos sobre los valores como la justicia, la belleza, la valentía, entre otros, fue hasta el siglo XIX que se iniciaron estudios sobre los valores y surgió la axiología, que es parte de la filosofía que se encarga de estudiar el ámbito de los valores.

Para Sócrates las virtudes no se podían enseñar, no se transmitían como los conocimientos, sino que se descubrían y se podían contagiar a través de personas íntegras y modelos.

Ahora en medio de una crisis económica mundial, también nos enfrentamos a otra crisis, mucho más profunda, que es la falta de valores y virtudes en el ser humano, inclinado ahora más al materialismo, al yoismo y consumismo.

Valdría plantearnos qué principios o valores están guiando nuestra sociedad, cómo nos reconocen o cómo nos reconocemos. Sorprende que como seres humanos dejamos pasar comportamientos con facilidad, que no deberíamos tolerar, hemos perdido ese sentimiento de sentirnos orgullosos por lo que somos y me parece más patético que no hay preocupación sobre en qué mundo vivirán nuestros hijos o nietos, y dejamos de cuestionar si el camino por el que vamos es para mejorar, o para empeorar.

Dar las gracias, pedir permiso, usar el por favor, ceder el asiento a quienes lo necesiten, sentarse correctamente y no recostarse, quitarse la gorra o sombrero cuando estamos en una situación formal, la consideración y respeto al adulto mayor, la solidaridad con el prójimo, todo esto hace la diferencia, pero cada día se observan menos personas que lo practiquen.

Es más común escuchar: en mis tiempos no se veía esto, cada vez se pierden más los valores, vivimos una pérdida total de valores, estos comentarios denotan que, si estamos viviendo en un tiempo de pérdida de los mismos, aunque cada ser humano tiene su concepción de los valores, pues lo que es moral para unos, para otros puede ser inmoral, lo que los hace relativos.

Los valores morales los adquirimos primeramente en el núcleo familiar, luego los vamos interiorizando generalmente a través del ejemplo, pero a medida que pasan de generación a generación se van extinguiendo, pero los únicos culpables somos nosotros mismos, nos hemos deshumanizado, nos hemos convertido en una máquina, presos del estrés diario, adictos al trabajo y al dinero, y qué decir de la tecnología, porque ahora pasamos largas horas metidos en las redes sociales, en vez de dedicar tiempo a nuestros seres amados.

No nos preguntemos por qué tenemos conductas llenas de odio, o falta de tolerancia unos con otros, egoísmo, violencia e indiferencia, corrupción, si hemos dejado a un lado lo más importante, primeramente, nos alejamos de Dios y luego nos olvidamos de nuestros valores y principios.

Tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino, dijo Mahatma Gandhi. De acuerdo.

@Ivonnetabora, [email protected]

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