Ajustando nuestros relojes internos para vivir mejor

MA
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19 de abril de 2021
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01:14 am
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Ajustando nuestros relojes internos para vivir mejor

“Dentro de nuestro cerebro tenemos unas pequeñas estructuras celulares que actúan como relojes y que controlan nuestros ritmos biológicos, como el sueño, el estar despierto o dormido, y las secreciones de hormonas, como la del crecimiento”, explica a Efe el doctor Estivill.

Señala que estos relojes internos controlan el buen funcionamiento dentro de nuestro cuerpo, y que nuestro organismo produzca unas determinadas sustancias durante el día, y otras durante la noche.

“También tenemos relojes en nuestro sistema gastrointestinal que, por ejemplo, controlan que las personas tengan necesidad de hacer unas deposiciones en un momento determinado y que tengan hambre cuando realmente el cuerpo lo necesita y no cuando lo dictan los cánones sociales”, según Estivill.

“Todos estos relojes tienen que estar en hora, es decir, tienen que funcionar correctamente y, lo que nosotros llamamos estímulos, normalmente externos, son la cuerda que los pone en hora”, apunta.

“Lo ideal es adaptar nuestros ritmos biológicos a estos estímulos externos, como por ejemplo la luz solar y la oscuridad”, señala Estivill.

“Por ejemplo, el ser humano está programado para dormir de noche y estar despierto de día, por lo que si tenemos luz a última hora de la noche, como sucede cuando utilizamos los móviles o las pantallas, provocamos una cronodisrupción, es decir una alteración de estos ritmos biológicos”, advierte.

“Una persona que se despierta siempre a las 7, se acuesta a eso de las 11 de la noche, hace un poco de ejercicio antes de ir a trabajar, desayuna a las 7-8, almuerza a la 13 horas y cena a las 20 horas, desconecta el móvil antes de cenar y está con una luz tenue al anochecer, está sincronizada con su reloj interno, por lo que sus ritmos biológicos son correctos”, según la doctora Estivill.

“Un ejemplo de persona que no esté sincronizada es el trabajador nocturno, como la enfermera, la bombera o la policía que trabaja por turnos. Puede estar trabajando por la noche, cuando en realidad su cerebro está preparado para dormir”, apunta.

NUESTROS RITMOS AL COMPÁS DE LA VIDA

A continuación algunos tips:

a) Mantener horarios regulares, acostándonos a la misma hora y levantándonos a la misma hora.

b) Estar expuestos a la luz del sol y hacer un poco de ejercicio después de levantarnos.

c) Caminar un rato al sol cuando vamos a trabajar, bajándonos una o dos paradas del bus antes de llegar a nuestro destino.

d) Hacer las tres comidas principales a horarios regulares, “desayunando como un rey, almorzando como un príncipe y cenando como un mendigo”.

e) Tener un ayuno nocturno de unas 11 horas, acabando de cenar a las 9 de la noche y desayunando a las 7-8 de la mañana.

f) Desconectar de las pantallas, la ‘tablet’ y el móvil, dos horas antes de acostarnos, para evitar la luz artificial que emiten.

g) Después de cenar realizar una actividad tranquila, relajante y que no tenga nada que ver con nuestra tarea laboral normal. EFE

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