Se encienden “alarmas” con nuevo endeudamiento por $230 millones
Con ajustes fiscales se podrá enfrentar la deuda, según estudios que recomiendan moderación frente a la crisis económica que atraviesa Honduras.
De dónde van a pagar los próximos gobiernos la deuda contratada los últimos diez años se preguntaron este jueves economistas después que el Congreso Nacional aprobó varios préstamos con los multilaterales de crédito por alrededor de 230 millones de dólares.
Con esto se “aumenta la deuda pública. Honduras ya tiene el 60 por ciento del Producto Interno Bruto con relación a la deuda, eso es demasiado elevado para un país como el nuestro”, comentó el economista Claudio Salgado.
“El problema es qué van a hacer los próximos gobiernos para pagar esta deuda”, según Salgado, entre las opciones que tendrán está la aplicación de ajustes fiscales para hacerle frente a más de 17 mil millones de dólares de endeudamiento.
“Lo que uno más cuestiona es por qué los organismos internacionales están otorgando préstamos sin hacer una auditoría forense de los mismos o si se ejecutan para el destino que fueron concebidos”.
Los multilaterales de crédito también deberían de analizar los resultados del alto endeudamiento. Dijo, además, que “la capacidad de pago de Honduras se ha visto enormemente reducida”, pero espera que los nuevos empréstitos se hagan a tasas concesionales y a plazos largos de tres décadas.
“Pero independiente de esas condiciones, es deuda al fin y al cabo”, contrastó el economista. “Veo que en el Congreso Nacional ya no debaten, no miden otros indicadores, nada más han servido como institución de trámite sin considerar el impacto que estos préstamos van a tener en los presupuestos y la economía nacional”, apuntaló Salgado.
De acuerdo a un reporte preliminar de la Secretaría de Finanzas, al III trimestre del año pasado, la deuda pública; interna y externa rondaba 13,989.2 millones de dólares, un 56.3 por ciento del PIB.
Habrá que sumar los nuevos endeudamientos con motivo de la crisis sanitaria por la pandemia y el impacto de las tormentas tropicales Eta y Iota que golpearon al país en noviembre del 2020.
El titular de Finanzas, Marco Midence, argumentó que la situación macroeconómica del país es “compleja”, lo que llevó a romper los parámetros de deuda PIB del 50 por ciento establecidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal del 2015.
Los 230 millones de dólares provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), se destinarán a la siembra de árboles y construcción de obras de mitigación o represas en la parte alta de los ríos que dejaron inundaciones el año pasado.
Explicó Midence que la operación con el BM es altamente concesional por 150 millones de dólares, tasa de 2.88 por ciento, cinco años de gracia y a 30 años de plazo para una “recuperación de emergencia a causa de los ciclones tropicales”. (JB)
