“UN FRACASO”

ZV
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23 de abril de 2021
/
12:48 am
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“UN FRACASO”

EL subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, invitado a intervenir en la reunión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), afirmó que no es posible que países ricos estén adquiriendo vacunas para ‘cinco’ veces su población mientras Latinoamérica enfrenta un lento proceso de vacunación”. Más lamentos de la burocracia internacional, como si quejarse fuera bálsamo a la necesidad. Es un hecho que los laboratorios fabricantes de las vacunas las distribuyeron primero entre los países que se reparten con la cuchara grande. Porque algunos contaron con fondos de los poderosos para su investigación. O sencillamente porque estos pusieron el dinero anticipado y firmaron antes los contratos. Pero la inequidad no solo es cuestión de ricos y de pobres. También lo es de vivos y de dormidos. La falta de acceso al suministro de las vacunas es debido a la lentitud de los gobiernos de negociar a tiempo con los proveedores al haber puesto todos los huevos en la canasta de la COVAX.

Y, por supuesto, que destaca entre las razones, la parsimoniosa respuesta de las multinacionales sanitarias reaccionando a la crisis. Es algo que denunciamos en forma repetida hace meses atrás. Citamos una entrevista precisamente del quejoso de hoy. Del subdirector de la OPS, a finales de diciembre del año pasado –cuando ya los países ricos se habían cerciorado contar con el suministro de los fármacos, hasta excesivo a sus necesidades– admitiendo que la OPS, por su medio, apenas iniciaría pláticas con las grandes farmacéuticas para adquirir vacunas. Además, varias prestigiosas publicaciones internacionales denunciaron la disparidad en la distribución. Advirtieron que los países pobres se iban a quedar sin vacunas. En lo que respecta a nosotros, la OPS y su mecanismo COVAX, no incluyó a Honduras en la primera ronda de suministros. La dejaron a la cola de la cola. Hasta recién, después de quejas gubernamentales denunciando el engaño, remitieron una ración. La vaina fue que también hasta ahora el gobierno –amarrado a la COVAX no solo para lo donado sino para hacer compras por medio de ese mecanismo– pudo contactar empresas farmacéuticas en procura de obtener sobrantes. No llegó la totalidad de lo comprometido por la COVAX, ni las AztraZeneca pedidas por el IHSS con garantía bancaria del Cohep. Así que los poquitos que se obtuvieron, aquí y allá, cubren apenas la vacunación de una parte de los trabajadores sanitarios y equipos humanos de primera línea. Hay vacunación masiva en otras partes, pero aquí se está a la espera (al pendiente dirían algunos reporteros que cubren la noticia) de las rusas, de los lotes que decida entregar tardíamente la OPS y ahora lo que el Cohep pueda comprar por su lado.

Barbosa dijo en la SIP que “esta primera etapa es solo para ‘salvar vidas’ entre los mayores de edad y aquellos que son vulnerables, ‘no para interrumpir la propagación’”. Vaya consuelo. La culpa de la escasez –dio a entender– es la India, donde se fabrican las vacunas. ¿Pero y México? ¿No era que allá habían montado una operación para fabricarlas y distribuirlas a los países de América Latina? Los europeos no son dormidos. “La Comisión Europea se prepara para iniciar un proceso legal contra la empresa anglo-sueca productora de la vacuna AstraZeneca por la escasez de vacunas que ha entregado”. En realidad eso, entablar demanda judicial, es lo que deberían hacer estos países, con repetición sobre esas burocracias internacionales que incluya el resarcimiento de daños y perjuicios. (Sin embargo, el blindaje con que cuentan gracias a los tratados internacionales que se suscriben, para no ser declarados responsables por la irresponsabilidad, probablemente solo den espacio al pataleo). El otro muro de los lamentos fue allá en la Cumbre Iberoamericana. El cónclave, que debía versar sobre otros temas acabó siendo un foro sobre las vacunas. Los gobernantes fueron a denunciar la inequidad del abastecimiento. El guatemalteco y el dominicano acusaron que la distribución de vacunas de la OMS, y el sistema COVAX, “es un fracaso”.

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