José del Valle, la independencia y el bicentenario

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24 de abril de 2021
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José del Valle, la independencia y el bicentenario

Revisitando a Ramón Oquelí
(Parte I)

Rolando Sierra Fonseca
(Director de FLACSO Honduras)

José Cecilio del Valle.

Introducción

Al analizar la historiografía hondureña sobre la independencia de Centroamérica del imperio español y el bicentenario, no se puede prescindir de la obra de uno de los principales estudiosos y heurísticos de las fuentes de este proceso, como fue Ramón Oquelí (1934-2004). Sin duda, en su obra se encuentran una serie de trabajos significativos sobre algunos de los personajes de la independencia, como Francisco Antonio Márquez, Dionisio de Herrera, Francisco Morazán y sobre todo, José Cecilio del Valle, que en este contexto del bicentenario de la independencia centroamericana del imperio español el 15 de septiembre de 1821, es preciso revisitar para analizar sus aportes y perspectivas para profundizar en el conocimiento del movimiento emancipador de la región y especialmente profundizar sobre la participación política de una figura como Valle, pensador y protagonista de este proceso.

Analizar los escritos, pensamientos y figura de Valle en este contexto del bicentenario es central, no solo porque fue él quien redactó el Acta de Independencia de Centroamérica en 1821, sino porque su participación política fue crucial y en sus escritos se encuentra una lúcida interpretación, como una lectura de la política centroamericana del proceso de independencia.

Este artículo tiene como objeto analizar los estudios de Oquelí sobre la independencia centroamericana y sobre José Cecilio del Valle (1777-1834) en el contexto del bicentenario. Se parte, por un lado, que Oquelí es, hasta ahora, uno de los principales antólogos de los escritos del pensador centroamericano y conocedor de la bibliografía sobre su vida y pensamiento. Por otro lado, se asume como supuesto, que con Oquelí hay un cambio en la narrativa y memoria sobre Valle, porque fue valiente al rescatar y proponer su pensamiento para el presente, en un ambiente donde la tradición intelectual y popular lo daba como conservador y reaccionario, en contraposición a la figura, principalmente de Francisco Morazán.

Oquelí, planteó que, para emprender un camino de reforma en el presente de Honduras, el punto de partida sería remontarse siempre a los más lúcidos de los propios pensadores y actores sociopolíticos. En el caso de José del Valle, se trata de rescatar su afán sistematizador del conocimiento para saber gobernar y encausar a la sociedad por las sendas de la democracia y de un desarrollo incluyente para todas y todos.

Es así como, este trabajo, en un primer apartado, se acerca a los aportes de Oquelí como historiador de las ideas y del pensamiento hondureño sobre la independencia y Valle. En un segundo apartado, se analiza la lectura que Oquelí realizó de los escritos de Valle sobre el proceso de independencia.

• Valle en la obra de Oquelí

Ramón Oquelí ha sido considerado como el más importante intelectual de Honduras de las últimas décadas. Dedicó su vida a la investigación en los archivos nacionales, a la lectura permanente, a establecer contactos con el mundo académico de gran parte de Europa, Estados Unidos y América Latina. Siempre escribió en diarios y revistas, participó en conferencias y exposiciones, prologó, presentó y comentó un sinnúmero de libros de autores nacionales y extranjeros. Mantuvo suscripciones de revistas internacionales. (véase: Sierra, 2004)

Ramón Oquelí también recurrió al pensamiento hondureño para formarse intelectualmente y para comprender a la sociedad hondureña. Tres figuras son las que consideró fundamentales para tener una visión o un proyecto de país: José Cecilio del Valle, Ramón Rosa y Adolfo Guillén Zelaya. Su opinión era que estos autores no sólo tuvieron un pensamiento sobre Honduras, sino que se caracterizaron por su originalidad y capacidad para sistematizar un conocimiento más complejo. Por lo tanto, era imprescindible estudiar su pensamiento. Por ello, cómo pocos, se dio a la tarea de antologar y analizar los escritos de cada uno ellos.

En esa línea, Oquelí, desde los inicios de su trabajo intelectual, se ocupó de la obra de Valle al analizar su visión de la política y de la independencia Centroamericana, convirtiéndose de esta forma en uno de los principales conocedores de sus escritos y estudiosos de su pensamiento y de la visión que tuvo del contexto sociopolítico centroamericano.

El primer artículo que Oquelí escribió sobre este personaje se tituló “Valle era Valle” (1969), en respuesta al debatido libro de Ramón López Jiménez: José Cecilio del Valle, Fouché de Centro América: ensayo político-histórico (1968), con el que, Oquelí, ubicó a Valle en contraposición al autor del libro, dentro de una perspectiva más equilibrada más allá de las visiones maniqueas o puramente ideológicas. Si bien Oquelí, reconoció que Valle “fue un hombre que con frecuencia cambio de parecer, a medida se iban modificando las circunstancias”, resaltó, también, que Valle: “…fue el primer centroamericano de su tiempo, en cultura y madurez política, difería en muchos aspectos de Fouché, de tal manera que solo caprichosamente podemos identificarlo con el sagaz, pero no muy digno ministro francés”. (Oquelí, 1994a, 385)

En respuesta a López Jiménez, Oquelí, argumentó que lo propio de Valle a lo largo de su vida es que fue una persona sin necesidades económicas y por lo tanto no se vio nunca condicionado a tener una acción política basada en la traición o la conspiración, lo que eran muy propias de su momento. Por el contrario, Valle fue más bien víctima de ello al no reconocérsele sus triunfos electorales y ser víctima del primer fraude electoral de la región: “Valle, hombre que nunca sufrió privaciones económicas, ni tuvo necesidades de mendigar favores, fue favorecido por dos veces con el voto de sus conciudadanos, para presidente de la Federación, no ejerciéndola porque se lo impidieron, la primera vez el fraude, la segunda vez la muerte”. (Oquelí, 1995b, 385)

En ese sentido, estimó sin fundamento compararlo con el personaje de Fouché. Porque Valle no fue un demagogo político, ni un oportunista político y menos un canalla: “Desacertado, disparatado es pretender equiparar a Valle con Fouché: los enemigos de Valle fueron los de un criollo ilustrado, que no quiso ser demagogo como muchos de sus contemporáneos, ni tampoco sus intereses y temple anímico, le permitieron ser auténtico revolucionario. Valle pudo haber sido cómplice de ciertas situaciones injustas, pero nunca un canalla”. (Oquelí, 1994a, 385-386)

En otro artículo del año de 1970, titulado “Monteagudo”, rescató la referencia hecha sobre Valle, en el libro biográfico del argentino E. M. S. Danero sobre Bernardo Monteagudo. En esta publicación se “revela un dato que desconocíamos: Valle inspiró un proyecto del ministro de relaciones exteriores de San Martín, para unir Latinoamérica y Bolívar también presionó para que esta labor continuara”. (Oquelí, 1994a, 388)

Oquelí reseñó el libro de Danero aludiendo cómo desde muy temprano Valle se convirtió en un referente para las principales figuras de las nuevas repúblicas sudamericanas: “Monteagudo, conspirador con Irisarri, hombre poderoso en el Perú, viajó a Guatemala a finales de 1823, para conocer a José Cecilio del Valle. Cansado seguramente -dice Danero- de andar tras los hombres de acción (San Martín, O’Hoggins, Bolívar) fue en busca de un hombre de ideas, no logró su deseo porque Valle no había regresado todavía de México y Bolívar escribió a su ayudante para que retornara a Perú donde lo necesitaba. Tampoco logró el empréstito que Bolívar pretendía obtener de Centroamérica”. (Oquelí, 1994a, 388)

En el año de 1980 publicó el libro Antología de Valle, en el que reunió todos los escritos de este pensador conocidos hasta ese momento. La antología está precedida por un ensayo titulado Certidumbres y vacilaciones de un provinciano, (1980), en el que sintetizó su pensamiento y biografía política. A su vez, en esta publicación, actualizó la bibliografía sobre Valle, que había recopilado y publicado Rafael Heliodoro Valle en 1934.

Este trabajo es más que una antología y se diferencia de las anteriores recopilaciones de los escritos de Valle, porque en ella realizó una heurística de sus escritos, organizándolos en una especie de vocabulario sociopolítico y ordenados alfabéticamente los principales conceptos y temas desarrollados por Valle en su diversidad de escritos. Este vocabulario está compuesto por una serie de voces que van desde clase social, constitución, historia, política, democracia, hasta ciencia.

En un artículo de 1984, titulado “Homenaje venezolano”, reseñó el libro de los escritos de Valle compilado por Jorge Mario García Laguardia publicado por la Biblioteca Ayacucho de Caracas, especificando que para el pensador argentino Aníbal Ponce, en 1934, Bolívar y Valle encarnaban el ideal americanista y ubicó a Valle en la perspectiva de Rafael Heliodoro Valle, para quien: “Por sus anticipaciones sobre muchos de los problemas insolutos de América, por haberle interesado la grandeza y miseria del hombre, porque vivió en una época en que todo confabula para fracasar. Valle recobra la importancia que en la lejanía del tiempo asumen los héroes de inteligencia amorosa”. (Oquelí, 1995b, 165-166)

Como escrutador de los escritos de Valle, Oquelí en un extenso artículo publicado en Diario Tiempo en 1990 que título “Noticias del 22” hizo mención a dos acontecimientos significativos para acercarse cada vez más a los escritos y el pensamiento de Valle. El primero, la noticia que publicó diario El Heraldo, sobre que el biznieto de Valle, el oncólogo Bernardo Valle donó la biblioteca de su bisabuelo a la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y la segunda noticia, que en la misma fecha del 22 de noviembre él ex Rector de la UNAH, Jorge Fidel Durón, asimismo, donó a la Universidad José Cecilio del Valle de Tegucigalpa 14 folders conteniendo originales, muchos de ellos inéditos y copias de los escritos de Valle, los cuales fueron revisados por Oquelí y publicados en el año 1996 en libro titulado: Escritos inéditos de José Cecilio del Valle. Pero en este artículo, al escrutar todos los fólderes reseñó su contenido:

“En estos centenares de páginas es difícil encontrar un tema que se atreviera a abordar en más de 10 mil días y noches de afanes y vigilias el más grande pensador americano del siglo 19, tal vez el único, incluido nuestro siglo, en tratar de englobar todo el saber en un solo sistema. Plantea la posibilidad de vida en otros planetas, los diversos niveles en que se debe estudiar la naturaleza y como desde las asociaciones de cazadores y labradores se pasa a una sociedad en que todos eran socios hasta que las diferenciaciones culminaron en el poder absoluto ejercido por los jefes militares, ricos y sacerdotes que persiguen a quienes reclaman su condición de socios, acusándolos maliciosamente de enemigos de la sociedad”. (Oquelí, 2001, 55)

Fue así, como Oquelí, se hizo cargo de dichos escritos a solicitud de la Universidad José Cecilio del Valle y en el año 1996 editó el libro: Escritos inéditos de José Cecilio del Valle, que contiene 58 artículos, hasta entonces, desconocidos con temas sobre el plan de su obra que planificó escribir Valle, sobre filósofos, las ciencias, los sabios, las leyes de pensamiento, el método, el clima, los maestros, la imaginación, los poetas, la anatomía humana, las muelas, el temperamento y el carácter, la historia y sus etapas, la riqueza y la pobreza, la pena capital, la libertad de imprenta, la gramática, el idioma, las lenguas, la retórica, Francisco Morazán, cartas y su renuncia a ser diputado por Granada.

Como lector y conocedor en profundidad de los viejos y nuevos escritos de Valle, Oquelí, a inicios de la década de los noventa del siglo pasado, empezó a divulgar sus estudios sobre Valle mediante una serie de trabajos en los que escrutó con gran detalle sus escritos que fueron publicados en la Revista Paraninfo del Instituto de Ciencias del Hombre Rafael Heliodoro Valle. En el primer número de esta revista publicó el artículo “La obsesión científica de Valle” (1990b), en el que expuso su visión sobre la ciencia y su visión sistémica del conocimiento. Del análisis del pensamiento científico pasó al análisis de su pensamiento social y político, en el artículo “La utopía social de Valle” (1992), y publicó un tercer artículo titulado “El arte de pensar y el derecho a expresarse, según Valle” (1993) con el que cerró una trilogía de trabajos orientados a sistematizar las ideas de Valle en torno a la teoría de la ciencia, la utopía social y lo que significaba pensar crítica y libremente. (Continuará)

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