La alianza: ¿entre quiénes y por qué?

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24 de abril de 2021
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12:02 am
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La alianza: ¿entre quiénes y por qué?

Por: Erik Mejía
Maestría en Ciencias Políticas, pasante de la Maestría en Estudios Electorales.

En la medida que en el sistema de partidos han emergido nuevos actores relevantes, o sea con capacidad de competir por la Presidencia de la República, la dinámica multipartidista ha tomado fuerza en la conformación de las asambleas legislativas electas para los dos últimos períodos de gobierno. Si bien el multipartidismo ha generado muchos retos y desafíos en materia de gobernabilidad para el oficialista Partido Nacional, la oposición política se ha visto en la imperiosa obligación de apelar a una ingeniera electoral, o sea construcción de alianzas, coaliciones o frentes, que aglomere la mayor cantidad de electores para tratar de ganar las elecciones a nivel presidencial.

Para las elecciones de 2017 el expresidente Manuel Zelaya y Salvador Nasralla, concretaron lo que en la asamblea del Partido Libre se denominó Alianza de Oposición contra la Dictadura. En aquel momento Mel Zelaya sobredimensionó la intención de votos que las encuestas proyectaban a favor de Nasralla y no revisó la capacidad de movilización y defensa del voto que tenían las nóveles estructuras del Partido Libre. Los informes finales presentados por la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea comprobaron que la Alianza de Oposición tuvo una representación parcial y no total en las 18,103 mesas electorales receptoras. El Partido Nacional fue el único que logró cubrir el 100% de las MER.

La Alianza de Oposición conformada entre Libre-Nasralla-PINU dejó una lección por aprender: en países como el nuestro, para ganar una elección presidencial no basta con la popularidad de un candidato traducida en considerables porcentajes de intención de votos o con la simple sumatoria de los porcentajes de votación tras una elección primaria. La defensa del voto a través de la estructura partidaria es clave para que se respete la voluntad de los electores. Habrá de recordar que Honduras es de los pocos países en Latinoamérica donde las mesas electorales están bajo tutela de los partidos políticos, además la transparencia del proceso se vuelve discutible por la partidización del órgano electoral.

Transcurridos cuatro años desde las elecciones de 2017, la coyuntura política que enfrenta el país amerita nuevamente analizar la transformación de la oferta electoral de los partidos individuales en una posible alianza electoral. La ciencia política establece que la efectividad o no de las coaliciones, alianzas o frentes tiene que ver con elementos de cultura política, los signos de identificación entre el pueblo y las identificaciones de clases, así como los diferentes clivajes que dividen pero que a la vez dan forma a la sociedad en su conjunto.

La Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas en su Capítulo V contempla todo lo relacionado con la figura de las alianzas. En el Art. 88 la normativa electoral estable que: “los partidos políticos podrán formar alianzas totales o parciales, conservando su personalidad jurídica e identidad partidaria”. Más adelante en el Art. 90 la ley estable que: “las condiciones de las alianzas políticas se pactarán por escrito, indicándose el nombre, emblema, ideario, plan de acción política, programa de gobierno respetando el principio de integración nacional, distribución de los cargos de elección popular, financiamiento público y demás acuerdos bajo los cuales actuarán. Deberán registrarse ante el Tribunal Supremo Electoral a más tardar seis meses antes de la celebración de las elecciones generales y publicarse en el Diario Oficial La Gaceta”.

Hoy un sector de la oposición anhela una alianza entre el Partido Liberal y Partido Libre, y sus candidatos democráticamente electos en las elecciones primarias Yani Rosenthal y Xiomara Castro. ¿Por qué esta alianza? Los números de las elecciones primarias son claros; si bien el Partido Nacional logró llevar más simpatizantes a las urnas, pero si las matemáticas no mienten, la suma de los votos como partidos entre liberales y libres supera a las del adversario natural (PN). Ahora démosles vuelta a los números, si liberales y libres no se unen, el partido oficialista con su candidato Nasry Asfura se encaminaría a un seguro cuarto mandato de gobierno de manera consecutiva.

Pero además de los números, ¿por qué es razonable pensar en un encuentro entre liberales y libres? La construcción de la alianza Partido Liberal-Libre se vuelve más viable porque el nuevo liderazgo liberal desde hace años es cercano al coordinador de Libre, recordemos que el candidato presidencial liberal Yani Rosenthal fue ministro de la Presidencia en el gobierno que lideró Zelaya Rosales. También demás está recordar que el coordinador de Libre fue el primer líder político que, mediante un sutil mensaje en sus redes sociales, le dio la bienvenida a Rosenthal Hidalgo tras su retorno de los Estados Unidos.

Ahora bien, ¿cómo se seleccionaría al candidato de la alianza? Las primarias mandaron un segundo mensaje; el Partido Liberal es la principal fuerza política de la oposición, comparando los sufragios entre partidos, Libre es superado por 216,267 votos en relación con la totalidad obtenida por el Partido Liberal. Y si comparamos la votación presidencial por departamento, el Partido Liberal supera en 14 departamentos al Partido Libre que solo es mayoría en: Santa Bárbara, Olancho, Colón y Gracias a Dios. Además, la estructura territorial del Partido Liberal es superior a la del Partido Libre: de los 121 alcaldes de la oposición 91 son liberales y 30 de Libertad y Refundación.

Y si la inteligencia iluminara a los líderes de la oposición, y por encima de sus intereses personales o de grupo prevalece su amor por Honduras, ¿por qué además de los números la lianza Partido Liberal-Libre tendría amplias posibilidades de vencer al Partido Nacional? Partiendo de la experiencia 2017, la multiplicación de las estructuras de los partidos Liberal y Libre garantiza la cobertura total de las mesas electorales receptoras, los números de los miembros del pleno y el posicionamiento cambió en el órgano electoral, desde 2019 la oposición tiene dos a uno al Partido Nacional tanto en el CNE como en el RNP y TJE.

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