Dios nos premia con el don de la vida, pero aún más cuando en nuestro camino pone seres extraordinarios que nos sirven de guías dándonos sabios consejos los cuales nos marcan positivamente haciéndonos más dichosos.
En mi caso el maestro José de la Paz Herrera quien con su nobleza y ejemplo me hizo amar a mi patria ayudando después de Dios y mis padres en mi formación moral e intelectual.
Hasta pronto maestro seguiré su legado.
Gracias
José Cerrato