Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pedriático

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2 de mayo de 2021
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12:03 am
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Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pedriático

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

En el desarrollo de la pandemia del coronavirus en el mundo habíamos leído que los menos perjudicados son los niños, que los jóvenes están más alejados del peligro de infectarse que las personas mayores, o las que tienen padecimientos tales como la diabetes, hipertensión, asma, obesidad, afecciones cardiacas, ahora resulta que en varios países incluida Honduras, el cuerpo médico que atiende a los positivos de COVID-19, ha comenzado a detectar casos cada día más abundantes de jóvenes que han contraído la infección viral, y que niños después de padecerla, aparecen con los síntomas del denominado Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico.

Esta condición no es frecuente y se comenzó a detectar hace casi un año en varios países, durante los primeros meses de la pandemia. A nivel mundial, se estima que 1 de cada 5,000 niños que padecen covid-19 desarrollan PIMS, según un reporte de la Real Escuela de Pediatría y Salud Infantil de Reino Unido, publicado en febrero. La Clínica Mayo en Estados Unidos califica al PIMS como una “afección grave”. Los expertos advierten que aunque tienen indicios, todavía hay muchas preguntas por resolver respecto al PIMS, incluyendo qué lo causa y cuáles son los factores de riesgo. También dicen que aunque es tratable, es importante detectarlo pronto para evitar complicaciones y desenlaces fatales.

Estas son las claves para comprender qué es el PIMS e identificar las señales de alerta. Pocos lo padecen, pero puede ser fatal. La mayoría de los niños que padecen covid-19 son asintomáticos o desarrollan síntomas leves de la enfermedad. Sin embargo, varios estudios han mostrado que luego de superar la covid-19 un pequeño porcentaje de niños y jóvenes pueden desarrollar PIMS. Este síndrome causa complicaciones graves, incluyendo la inflamación de tejidos y órganos como el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel o los ojos, según explica el portal de la Clínica Mayo dedicado al PIMS.

Muchos de los niños que desarrollan PIMS mejoran con una pronta atención médica, pero “algunos niños empeoran rápidamente, al punto en que peligra su vida”, advierte la clínica. ¿Qué lo causa? Todavía no se sabe con certeza, pero sí está claro que el PIMS consiste en una respuesta inmunitaria excesiva relacionada con la covid-19. El PIMS puede ocurrir en niños, jóvenes sanos y sin antecedentes de otras enfermedades que superan la covid-19 sin mayores complicaciones, pero entre tres y seis semanas después desarrollan una reacción inmune irregular. “La gran mayoría de los niños que desarrollan PIMS jamás se enteró que habían tenido covid-19”, le dice a BBC Mundo el doctor Javier Bravo, director de la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica.

Qué se sabe de los bebés que nacen con anticuerpos contra la covid-19 gracias a que sus madres fueron vacunadas. Según Bravo, esto se debe a que los niños tienen un sistema inmunológico inmaduro que no genera una respuesta tan grande durante el período de infección del virus SARS-CoV-2. Luego de la infección, sin embargo, existe la posibilidad de que quede un desorden, una desregularización de su propio sistema de defensas que provoca esa respuesta inflamatoria, según explica Bravo. Esto es lo que los expertos llaman una “tormenta de citoquinas”. Las citoquinas son mensajeros químicos inflamatorios que se detonan como respuesta a una infección.

El PIMS no es una enfermedad contagiosa, sino un desorden que desata una respuesta descontrolada cuando ya no hay infección. Es como si, aunque ya no hay enemigo, las células reciben la orden de atacar y empiezan a llamar a otras células para emprender una defensa exagerada. Esa reacción pone al cuerpo bajo mucha presión y lo somete a un gran esfuerzo, “como si estuviera corriendo una maratón todo el día, el desgaste físico es tremendo”, dice Bravo. Si la situación se agrava, puede afectar el trabajo del corazón, que debe bombear como si encima tuviera un “chaleco de plomo”, en palabras de Bravo. Ese desgaste puede producir una falla cardiaca y hasta la muerte. La mayor cantidad de casos de PIMS se han reportado en niños, niñas y jóvenes entre los 7 y los 12 años, pero también se han identificado casos en bebés y en pacientes de hasta 23 años.

Los especialistas insisten en que la clave es estar pendientes de las señales de alerta. Los especialistas han encontrado muchas similitudes entre el PIMS y la enfermedad de Kawasaki, un mal que provoca la inflamación de algunas arterias, sobre todo coronarias, y afecta mayormente a niños menores de 5 años. Suponemos que los pediatras hondureños ya conocen del Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico y los tratamientos que aplicarían de aparecer casos en niños de nuestro país.

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