Gran huelga y Bicentenario

MA
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4 de mayo de 2021
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01:08 am
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Gran huelga y Bicentenario

Juan Ramón Martínez

En estos 200 años que estamos por cumplir, hemos hechos cosas muy relevantes. Con impactos duraderos. Otras insustanciales. E incluso, estupideces. Entre aquellas que han cambiado al país, hay que señalar la primera Constitución del Estado de Honduras, la creación del Ejército, finalización del caudillismo militar montañez, la recuperación de las Islas de la Bahía y la Mosquitia, la Reforma Liberal, la apertura de la costa norte a la economía, el crecimiento de una discreta burguesía nacional, los inicios del bipartidismo, la gran huelga de 1954, la guerra contra El Salvador, la reinstalación del sistema democrático, la demarcación de límites fronterizos, la integración de Honduras en el mundo exterior y al final, la transición de formas autoritarias, a procesos de Estado de derecho. Hoy, nos ocuparemos de la gran huelga de los trabajadores de abril y mayo de 1954.

Sobran las pruebas que, las primeras huelgas se produjeron en San Juancito, en el interior del enclave minero establecido allí. Después, ocurrieron la huelga de los “poquiteros” encabezada por Jacobo P. Munguía y la huelga bananera de 1926. Pero la que cambió casi todo y que, además, involucró a la totalidad del país, transformándolo y cambiándolo casi de raíz, fue la huelga de 1954. Aunque la conocemos porque involucró a los trabajadores bananeros, fue iniciada en Puerto Cortés, cuando los “muelleros” se negaron un domingo a trabajar, si no les pagaban doble. El rechazo de la frutera desencadenó un movimiento que al final, cambió a Honduras. Desde entonces, todo fue diferente. En algunos casos para bien; y, en otros para mal.

Por ello, este año, en que celebramos el Bicentenario, hemos escogido su recuerdo para cubrir el mes de mayo. Recordar lo ocurrido, recoger las lecciones aprendidas y valorar las formas cómo reaccionamos entonces y cómo lo estamos haciendo. E incluso, sentir en la piel cómo, durante la última crisis climática, por primera vez en cerca de cien años, Honduras ha tenido que comprar banano a Costa Rica.

La primera actividad que efectuaremos, será colocar una placa en el lugar donde empezó el movimiento huelguista, honrando a los que lo iniciaron -sobrevivientes y en sus descendientes- celebrar a las autoridades de entonces que, no usaron la violencia para reprimir el movimiento. Y valorar cómo la legislación laboral, ha sido útil para proteger los derechos humanos y estimular el capitalismo nacional. Por supuesto, escucharemos voces autorizadas, de doctos estudiosos, para que valoren el acto, en el que autoridades de ahora, puedan entender la dinámica de los procesos, cómo se buscaron soluciones y acuerdos; y cómo empezó el sindicalismo fuerte, hasta llegar ahora en que, su influencia ha menguado sin lugar a dudas, en la dinámica nacional. Es decir que, en la reunión en Puerto Cortes, esperamos contar con las Comisiones Departamentales y Municipales del Bicentenario, la alcaldía, la ENP, el Ministerio del Trabajo, los líderes sindicales, historiadores y sociólogos, para reflexionar juntos, sobre un hecho extraordinario que marcó al país.

A estas alturas hemos empezado a hablar con Leo Castellón, con el alcalde Allan Ramos, con Gerardo Murillo y Felícito Ávila. Estamos buscando a dos sobrevientas: Celeo Gonzales y Arístides Padilla y a los descendientes de Augusto Coto, Oscar Gale Varela, Andrés Víctor Artilles, Juan Díaz Cruz, Salvador Ramos Alvarado, Benigno Gonzales, y Valencia, entre los huelguistas y de los expresidentes Gálvez, Carías Andino. Dionicio Ramos Bejarano, Padilla Rush y Julio Rivera, entre otros, para reconocer su ponderación que, evitó una masacre como proponían algunos y más bien, facilitó un acuerdo que si bien, pudiera ser juzgado como que no fue el mejor; cambió las cosas en el país. Aprovecharemos para recordar, además, dos hechos coetáneos importantes: las inundaciones de las fincas bananeras y el proceso electoral que concluyó en 1954, con la reconstrucción del Partido Liberal y el liderazgo de Villeda Morales, Óscar Flores, Milla Bermúdez y Rodas Alvarado. Y como la falsa “segunda vuelta” -por la exigencia de la mayoría absoluta-, afectó la recuperación democrática y nos precipitó en la dictadura de Julio Lozano. Y la aparición de los militares que, se volvieron un cuasi partido político, cosa afortunadamente superada, sin que hayamos valorado suficiente sus resultados, como corresponde.

Por supuesto, esperamos contar con el apoyo de los que, creemos que el país, tiene futuro. Y que no colapsará, como desean los apocalípticos.

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