La extraña historia de Míster Morales: ¿barman y embajador?

MA
/
5 de mayo de 2021
/
01:25 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
La extraña historia de Míster Morales: ¿barman y embajador?

La segunda vuelta electoral una necesidad impostergable

Ernesto Paz Aguilar

Durante la sangrienta revolución de 1924 Franklin Morales jugó un papel destacadísimo como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de los EE UU en Honduras. Influyó de manera determinante en el ánimo de Summer Welles (1892-1961), enviado especial del presidente Coolidge de los EE UU, en la designación del general Vicente Tosta Carrasco como presidente provisional de Honduras. Las negociaciones entre el gobierno y los insurgentes se realizaron a bordo del buque de guerra Milwaukee, surto en las aguas de la bahía de Fonseca.

Desde la suscripción de los Pactos de Washington de 1907, los EE UU se convirtieron en el Deus Ex Machina (elemento externo que resuelve una situación sin seguir su lógica interna) en Centroamérica y el Caribe.
Corría el año de 1941, el periodista William Krehm, corresponsal para México, Centroamérica y el Caribe, de la revista Time tejió una historia y que a la luz de las pruebas escritas no corresponde, de manera concluyente, a la verdad histórica.

En la obra “Democracias y tiranías en el Caribe” publicada por la Unión Democrática Centroamericana en 1949 en la ciudad de México, D.F. cuyo autor es William Krehm se lee: “bajo el peso de sus desventuras este país (Honduras) ha tenido poca fortuna con los diplomáticos norteamericanos de origen latino. En 1920 Franklin Morales, un norteamericano de origen latino había trabajado varios años como barman en el hotel Agurcia de Tegucigalpa. (Hoy almacén El Golazo). Durante una visita a los EE UU, salvó a una muchacha de morir ahogada… la joven resultó ser hija de un senador influyente. El padre le preguntó cómo recompensarle y, Morales pidió ser nombrado cónsul en Tegucigalpa. Después de algunas averiguaciones Morales fue nombrado ministro plenipotenciario de la Legación de EE UU en Honduras… Los hondureños pasaron un mal rato cuando vieron volver como ministro a un hombre que les había servido sus copas”. (Krehm, 1949:145).

Los poetas no se quedaron atrás y repitieron el relato de Krehm: José Gonzales escribió: “bartender” A franklin Morales lo recordaremos por sus anteojos bifocales// y como el hombre que dirigió los infantes de marina que sitiaron Tegucigalpa en el 24.
Lo recordaremos como el respetable ministro de la Legación Americana// como el hombre que hacía los tragos más fuertes de Tegucigalpa y sus alrededores.
En el viejo hotel Agurcia// cuando la música Pee Wee Russel chocaba contra los humos de los gruesos cigarros…”. (Gonzales, |984:25).

El relato no corresponde a la verdad. Según la Oficina del Historiador del Departamento de Estado de los EE UU, Morales nació en Filadelfia en 1884 y falleció en 1962. Fue un diplomático y hombre de negocios. Estudió leyes y negocios en su ciudad natal y fungió como vicepresidente de la Internations Commercial Corporation de 1919 a 1920 y representó casas fabricantes de joyas en América del Sur. Fue nombrado en el cargo por el presidente Warren Harding y se desempeñó en el mismo, desde el 18 de enero de 1922 hasta el 2 de marzo de 1925. Presentó Cartas Credenciales ante el presidente Rafael López Gutiérrez y concluyó su misión durante el gobierno de Miguel Paz Barahona.

¿Qué relación existió entre el embajador Franklin Morales y la familia Agurcia? Pues bien, en noviembre del 2019 en el transcurso de una comida en un restaurante de Dublín, Irlanda, una hija de Marcos Morales Agurcia, me relató que su abuelo el médico Marco Delio Morales Lane contrajo matrimonio con Isabel Agurcia Ewing, hija de Ignacio Agurcia Midence -un prominente miembro de la elite local- y procrearon un hijo llamado Marcos Morales Agurcia que, años más tarde se casó con la señora Martha Sierra con quien procreó tres hijos: Marcos hijo, Martha Isabel y María Alicia. La verdad es que Marco Morales Agurcia fue hijo de un hermano de Franklin Morales, el ministro americano en Tegucigalpa. (Para mayores detalles ver: Zepeda Ismael: “La familia Midence: una historia vigente”. Litopress Industrial, 2006 Tegucigalpa, p 138). Mi conclusión es que William Krehm fue sorprendido por los adversarios de la dictadura de Tiburcio Carías Andino, al confundir al embajador Franklin Morales con su sobrino (Marco Delio Morales Lane) y por eso afirmó en su libro que “el barman se convirtió embajador”.

Equivocaciones como la anterior no nos sorprenden, porque el mismo Krehm fue informado por los enemigos solapados de Francisco Morazán que la estatua ecuestre del héroe, correspondía a la de un mariscal francés. Rafael Leiva Vivas, embajador de Honduras en Francia durante los ochenta, desenmascaró el embuste con pruebas irrefutables e irrebatibles, en su libro “Francisco Morazán y sus relaciones con Francia” publicado por la Editorial Universitaria en 1988. Lección aprendida: entre cielo y tierra no hay nada oculto y al final la verdad resplandece.

Más de Columnistas
Lo Más Visto