Unidad liberal

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5 de mayo de 2021
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Unidad liberal

Adiós 2020

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

“Es justo y necesario” como reza una parte del ritual de la “Santa Misa”, que el Partido Liberal de Honduras en franca recuperación de su militancia marche a las elecciones generales de noviembre de este año completamente unido, volviéndose así invencible en la búsqueda del poder político de la nación necesitada de cambios que la lleven a emprender el sendero de la formulación del trabajo, la seguridad individual y colectiva, la formación de un sistema de salud pública robusto, un sistema educativo moderno y proyectos de gran envergadura sobre todo en la infraestructura vial , sistemas habitacionales en zonas que no sean de alto riesgo, continuidad en los proyectos de riego por goteo, cosechas de agua y modernización del sistema agrícola y ganadero, desarrollo de proyectos en el campo agrícola, acuícola y faunístico, protección forestal y la toma de conciencia para un profundo programa de nacionalización de varios recursos y la búsqueda incesante por la sistematización y modernización del sistema político nacional y el establecimiento de relaciones internacionales con todo el mundo sin distingo de dependencia política.

Para lograr todo esto y más se requiere a un estadista por naturaleza, que conozca nuestro sistema de gobierno actual, el valor indiscutible de la libertad y el rigor de la cárcel, para que como víctima -una postura con la que el pueblo hondureño no solo valora, admira y empatiza- por lo cual el Partido Liberal de Honduras reúne hoy en día todas esas condiciones si logra antes del último domingo de noviembre de este año unirse indiscutiblemente en la búsqueda del poder y volverse invencible contra toda alianza y ante el poderío nacionalista que no solo cuenta con una militancia disciplinada sino que con todo el dinero que fraudulentamente y saqueando instituciones públicas unen a las aportaciones normales del Estado y sus militantes más los de la empresa privada que siempre están pensando en hacer inversiones políticas con miras a favorecerse del sistema jurídico nacional y hacer sus transacciones ilícitas amparados en el débil sistema jurídico nacional que es, a fin de cuentas el que interesa que se nombre para revestirse de un manto de impunidad que cubra y proteja sus acciones ilícitas.

Es por ello que Luis Zelaya Medrano -a quien dicho sea de paso damos el pésame de su querida madre- debe unirse sin refunfuñar a las filas yanistas donde se le espera con ansiedad y seguramente con una gran celebración por su desprendimiento y buena voluntad para que su partido se fortalezca y marche unido sin dar “un paso atrás pero ni para agarrar impulso, siempre adelante”, como reza una vieja canción promocional política del gonfalón rojo, blanco, rojo.

Si la unidad de Luis Zelaya, Gabriela Núñez, Darío Banegas y otros líderes menores con Yani Rosenthal Hidalgo el Partido Liberal se tornará en un ente político suigéneris e invencible aunque el sistema electoral nuestro siga siendo uno de los más débiles, mal estructurado y fácil de prestarse al fraude.
Cuando sean las elecciones generales el último domingo de noviembre de este año y el Partido Liberal marche unido, los liberales saldrán de sus escondrijos y hasta de debajo de las piedras para votar por Yani sin cortapisas de ninguna especie y tan solo pensando en el futuro de la nación por el cual lucharon en las elecciones internas, Darío Banegas, Luis Zelaya Medrano y Yani Rosenthal Hidalgo.

Si Luis Zelaya Medrano y Darío Banegas se unen a las filas yanistas habrán sumado sus votos duros, sumarían 339,369 votos a los 339,001 de Yani Rosenthal constituyendo eso el voto duro que no está completo todavía y que posiblemente atraiga a los militantes liberales que se marcharon a otros institutos políticos anonadados por la participación de la cúpula y la sustitución constitucional de José Manuel Zelaya Rosales el 28 de junio del 2009, que había sido elevado al poder por su trayectoria política en el Partido Liberal de Honduras y por su tendencia a la militancia activa del denominado socialismo del siglo XXI basado más que todo en un pupulismo arraigado y en la permanencia de sus líderes en el poder indefinidamente.

Para la unidad liberal es necesario que Darío Banegas y Luis Zelaya se deshagan los moños y se dispongan a una lucha posterior a la que se prestará el último domingo de noviembre de este año, durante el cual si la gana el Partido Liberal tendrán la oportunidad de dar continuidad al régimen tal cual lo han hecho los nacionalistas que sin escrúpulos de ninguna especie llevan ya tres períodos consecutivos de gobierno, en que la corrupción campea por sus fueros sin importar que ello sea en contra de la búsqueda del bien común de la sociedad nacional habida de educación, salud, vivienda, empleo y desarrollo infraestructural moderno y planificado para resistir los crueles embates de una naturaleza alterada al máximo por el cambio climático que sufre el planeta.
Yani Rosenthal hace todos los esfuerzos posibles para que su partido crezca nuevamente refrescando sus filas y aprovechando las estructuras que por muchos años él, junto a su padre Jaime Rosenthal Oliva (Q.D.D.G) construyeron y que se mantuvieron intactas y en silencio trabajaron para que al regreso de Yani de purgar una pena en los Estados Unidos viniese directamente a rescatar los sellos del partido y convertirse en fuerte candidato a presidente de la República, si es que no cede la cabeza de una futura alianza con otras fuerzas políticas que buscan con ansiedad el abandono del poder del Partido Nacional de Honduras que por ahora se muestra mayoritario gracias a su disciplina tradicional y fortalecimiento económico aun a costas del dinero de instituciones públicas y privadas que ven amenazado su activo físico y reservas en base a cotizaciones, a institutos de previsión que pagan pensiones a jubilados.

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