Yani recuerda con nostalgia natalicio de su padre
Jaime Rosenthal
Estaríamos celebrando hoy 85 años de tu vida. Es el primer año en libertad sin la compañía de mi papá, un hombre que me dejó innumerables enseñanzas, pero una en especial: el amor por esta tierra y el compromiso por verla avanzar.
“Mucha gente me pregunta porqué regresé al reflector político conociendo los retos y los ataques que enfrentaría”.
“Regresé porque heredé ese anhelo de mi papá, el anhelo y la convicción de crecer con mi país, trabajar por una Honduras próspera y así retribuir las bendiciones que nos ha dado”.
Por eso no importan las dificultades; tengo la mente y el corazón con un objetivo claro, acabar con el peor gobierno que ha tenido este país, despertar de la pesadilla cachureca y construir una Honduras, donde cada padre y madre de familia vean a sus hijos crecer, tener la oportunidad de soñar y cumplir sus sueños. No voy a descansar hasta lograrlo.
