SACUDIDA MADRILEÑA

ZV
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6 de mayo de 2021
/
12:37 am
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SACUDIDA MADRILEÑA

CAPITALINOS Y EL AEROPUERTOLO DOMÉSTICO Y LA SOLIDARIDAD

UNA tremenda sacudida electoral en la comunidad de Madrid. La derecha opositora obtiene su más amplia victoria –prácticamente duplicando los votos obtenidos anteriormente– en las elecciones regionales. Un revés para la Moncloa. El presidente de gobierno se involucró directamente en la campaña electoral. Tan aturdida quedó la coalición lograda a inicios de la gestión, entre el PSOE y Unidos Podemos, que el descalabro sufrido en las recientes votaciones logró desbaratarla. Su icono –catapultado a la vida pública por el movimiento de los indignados– renunció a todos sus cargos en el gobierno y se retira de la política. Ya había dejado la segunda vicepresidencia del gobierno de coalición español, para presentarse a las elecciones madrileñas, solo para recibir el desaire. “Cuando uno no es útil –dijo con la voz entrecortada– tiene que saber retirarse”. Allá, reveses electorales como esos inducen a los líderes que conducen los partidos a dimitir. Agarran para su casa a atender sus asuntos particulares.

Igual hizo el fundador de Ciudadanos después de la pobre demostración que tuvo su partido en las pasadas elecciones generales. Depuso el cargo de dirección, pasó la antorcha, y se retiró de la vida pública. (En otras partes la historia es distinta. Los perdedores se declaran víctimas de un supuesto fraude y junto a sus bocinas se dedican a rociar la atmósfera de chorros de desconfianza. Montan –como sucedió en la violenta toma del Capitolio por la instigada turbamulta– una campaña de deslegitimación del proceso electoral. Repetir una y otra vez que “les robaron la elección”, hasta que la mentira termina siendo asimilada, entre fanáticos seguidores, con sello de autenticidad. Todo encaminado a minar la credibilidad institucional como a frustrar la esperanza de la gente que halla salida pacífica a la crisis que enfrenta, por la ruta democrática). En España, el conservador Partido Popular que gobierna Madrid desde 1995, ha duplicado su margen de votación. Consigue 65 escaños casi alcanzando la mayoría absoluta de 69. Podría gobernar en solitario con la sola abstención del ultraderechista VOX. Con los 65 asientos el PP, supera en dos sillones los obtenidos por todo el bloque de la izquierda (Socialistas, Más Madrid y Unidos Podemos), que en total suman 58. La peor parte la lleva el oficialismo. El PSOE pierde 13 diputados y empata en butacas con Más Madrid, otro grupo de izquierda, que lo supera en número de votos.

La candidata del PP se reelige enfrentando a Pablo Iglesias de Unidos Podemos. Dio a escoger a los votantes entre “libertad y comunismo”. Iglesias, cuya irrupción en la política fue hito histórico que acabó con el bipartidismo, al final de la jornada se despide resignado. Su presencia lejos de aglutinar simpatías para derrotar la derecha, ahora más bien consigue movilizarlos en su contra. Ciudadanos –que por algún tiempo los españoles vieron como una alternativa centrista– desaparece del parlamento regional al no alcanzar el mínimo del 5% de votos requeridos para mantener representantes. Más Madrid, el proyecto de Íñigo Errejón que lanza al retornar a la cancha –habiendo abandonado Podemos, el partido que fundó junto a Iglesias–también crece. Lo hace –en un clima y campaña crispada– izando banderas de conciliación. Fueron elecciones ejemplares. Pese al riesgo de contagio por la pandemia, con estrictas medidas de seguridad, la ciudadanía concurrió a sufragar –81% de los ciudadanos incluidos en el censo votaron– en forma multitudinaria.

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