Por: Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
Yani Benjamín Rosenthal, es un ciudadano con capacidad y lucidez mental, es un líder de perfil democrático, fiel defensor de los derechos humanos, es la luz que se ve al final del túnel, que ha surgido con fulgida luz de liderazgo y ejerció como ministro de la Presidencia con “Mel” Zelaya, con capacidad, honradez, altura moral y ética, que lo caracteriza como hombre probo, certificado por propios y extraños. Es un futuro gobernante sin tacha alguna, con perspectivas del mañana.
Yani Benjamín Rosenthal es un líder que practica la justicia social y el desarrollo integral sin sacrificar la libertad. Su lucha política es con altura moral y ética, olvidando las aristas de intransigencia que separan a los hombres.
Yani Benjamín es el máximo exponente del devenir histórico del pueblo y de nuestra patria. Con el nuevo líder que ha surgido se abre un nuevo despertar, un nuevo amanecer para el hombre y la mujer de hoy y del mañana, en que puede llegar alcanzar a vivir en paz, armonía, con justicia social, con dignidad, seguridad y sin ataduras, derrotando la miseria de un país subdesarrollado tanto en el campo político, económico y social.
Si de verdad queremos un país diferente, hagamos una conversión positiva en beneficio para toda nuestra sociedad con Yani Benjamín Rosenthal, que es la opción y esperanza para vivir en prosperidad, en paz y armonía todos los hondureños.
Con Yani Benjamín Rosenthal encontramos el diálogo entre los hombres para ser más unificados en ideas afines dentro del liberalismo, para encontrar la raíz por cual nos mantiene separados, por contradicciones de carácter ideológico o es matriz de nuestras discordantes contradictorias, no nos permite unificarnos en el amor de criterios por mezquinos sentimientos que son producto de la ignorancia que no permite abrir nuestros corazones en el campo político, otro camino para poner en práctica y hacerlo a través de la praxis auténtica; que no es ni activismo ni verbalismo, sino acción y reflexión en el diálogo, sin ello no existe la unificación entre los hombres. Con la palabra se construyen puentes ideológicos entre los hombres.
El diálogo no es un producto histórico, sino la propia historización. Es, pues, el movimiento constitutivo de la conciencia, por buscarse a sí mismo, es comunicarse con el otro. El aislamiento no personaliza porque no socializa.
Este será un momento histórico para recordar, porque en medio de las crisis políticas encontramos una ventana abierta para el diálogo entre los partidos y los líderes-candidatos a la Presidencia de la República. Yani Benjamín Rosenthal ha sido muy explícito, que él está abierto a unificar el Partido Liberal y formar alianzas con otros más. Las cartas están sobre la mesa, no hay otro camino de triunfo, en la unificación está la fuerza, sino lo hacemos hoy, mañana será muy tarde, tenemos muros que nos abruman más que en el pasado histórico.
Los dictadores jamás han resuelto nada en favor del pueblo. La democracia es el mejor motor impulsor de la libertad y a través de ella surgen hombres como Yani Benjamín Rosenthal para encontrar cómo armonizar al pueblo en su devenir histórico. No permitamos los caprichos, los abusos de poder de algún perverso gobernante, ni pisotear los derechos del pueblo, ni de izquierda o de derecha y mucho menos que continúe la corrupción de la “Estrella Solitaria”. Ya se les termina el “jolgorio”. Unámonos todos los liberales y los que se fueron regresen, la patria los necesita con un pueblo que anda en el camino levantando la bandera de las “caravanas”. Con el triunfo del liberalismo jamás se vuelven a ver en la historia de nuestra patria. Por todas esas razones sentémonos, dialoguemos y olvidemos los rencores que quedaron en la lápida del sepulcro, del llanto y el dolor. Tendremos una patria nueva, un crepúsculo con rayos de sol brillante mirando donde está nuestro Dios.
Si queremos salvar a nuestra patria hagamos lo que tenemos que hacer, unifiquémonos todos los liberales, como nuestro quehacer fundamental es levantar la dignidad de nuestro pueblo y tendremos un nuevo despertar para nuestros hijos y la juventud nos hará justicia como padres de la patria.
“¡Yani Benjamín Rosenthal, es un líder apoteósico!”.
