¡Mujer! Dios te dio el privilegio de ser madre

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9 de mayo de 2021
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12:07 am
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¡Mujer! Dios te dio el privilegio de ser madre

Como y donde sea, para la madre no hay límites.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Esta fecha en varios países está dedicada a las madres, la columna vertebral del hogar, la brújula que orienta la vida, la única con el privilegio de perpetuar la especie humana, no tiene sustituto, es inigualable, en amor y sacrificio, solo comparada con el amor de Dios, el hacedor de todas las cosas. Dios que la construyó con delicadeza, hilvanó cada pieza en el lugar exacto y colocó en ella la urna del tesoro que solo ella conoce cómo abrir y cerrar.

Sin la existencia de la madre no existe el hogar. Cuando en el huerto del Edén Dios instituyó el matrimonio, también con él estableció el hogar, porque el hogar es el árbol del matrimonio dando sus frutos. El hogar lo forman, básicamente, el padre, la madre y los hijos de ambos. Y todos juntos habitan la misma casa y se amparan al abrigo del mismo techo.

Munda, es madre, abuela, bisabuela y tatarabuela.

Los designios de Dios no deben ser trastocados. Es interesante lo que dice Génesis capítulo 1. 24-31, aquí se detalla la forma cómo Dios observa todo lo hecho durante cinco días en el universo, vio todo el esplendor de su belleza, pero hacía falta algo que le imprimiera vida al huerto. ¿Usted cree que Dios se sintió solo después de haberlo creado todo? Yo creo que sí, en aquel inmenso universo poblado de toda clase de vida. Sin embargo, había algo que no encajaba en la creación después de ver su obra creadora y tanta belleza dijo: hagamos ahora al ser humano, tal como somos nosotros y creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgarla y señoread en todo lo creado.

Madre y abuela.

Imposible que Dios pensara en hacer dos hombres para que fructificaran. Los hizo distintos, ambos con capacidad reproductiva, pero solo la mujer unida al hombre podía perpetuar la especie humana. El plan de Dios es para la eternidad con relación a la familia. Hombre y mujer. Jesús ratificó en los evangelios la relación hombre y mujer, por tanto, el hombre dejará a su padre y madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne.

Hogar es fogata, es calor que contrarresta el frío de la vida, es centro donde se unen y reúnen los que ya están unidos por los lazos de la sangre o por la trabazón irrompible del amor. Hogar para un cristiano que sigue la Palabra de Dios, es rincón de cariño, semillero de relaciones, taller donde se fabrican destinos con los hijos.

Madres en espera de dar a luz.

El hogar es como un puerto de arribo o llegada, donde el barco lanza las anclas de apoyo, macetero de esperanzas y fragua de inspiraciones. Los que conocen una fragua han visto cómo el fraguador calienta el hierro, forja, piensa y construye. Dios se convierte en el fraguador porque con su sabiduría fabrica destinos, porque el hogar es donde dos corazones que se aman se funden, donde el niño duerme plácido en su cuna, donde los adolescentes corretean y gritan, donde los jóvenes entretejen sus sueños, donde los adultos afirman sus pasos, y donde los ancianos descansan tranquilos. Dios lo hizo de esta forma y nada ha cambiado desde entonces.

El ser humano nace en un hogar, en el seno de una familia. Viene al mundo solo pero no vive solo. Fue hecho para vivir en sociedad, para desenvolverse en relaciones. Dios quería tener a alguien con quien relacionarse, alguien que llevara impresa su imagen como creador. Este es un arreglo sabio y útil de Dios. No querríamos que la vida fuese de otro modo. Todos nuestros ideales deben girar alrededor del concepto y de la realidad del hogar. El hogar es la célula en el organismo de la sociedad humana. Hogares felices harán una sociedad feliz.

Los años y los rigores de la vida. Ella no olvida que fue madre, ahora es abuela y bisabuela.

Mantengamos, pues, nuestros hogares; edifiquémoslos sobre bases firmes; adornémoslos, con las virtudes de nuestro carácter; defendámoslos con nuestro trabajo, y eternicémoslos con el amor, el respeto y la cooperación. Entonces el hogar será un jardín del cielo. Limpia y cultiva diariamente ese bello jardín que Dios te dio desde la eternidad. Hombre y mujer, la esencia misma de Dios, a imagen de Dios. Nada ni nadie debe y puede cambiar lo establecido por el Creador: varón y hembra.

Hoy, mañana y siempre es DÍA DE LA MADRE. No importa su origen, su color, estatus social, profesión o lo que sea, es la mujer que Dios hizo para el hombre y ella es la única que pare a sus hijos con dolor, los cría y alimenta con dolor. La única que se desvela desde la cuna hasta al fin de sus días. La única cuya piel se arruga con el paso de los años, la única que te espera a altas horas de la noche para dormir tranquilla. Esa mujer encorvada por los años y el sufrimiento es la que te dio la vida.

Este bebé nació un día como hoy. Fue el regalo del Día de la Madre.

El mejor homenaje eres tú como hijo o hija. Ella no quiere ollas, estufas, lavadoras. Ella sueña con un abrazo y un beso. Ella solo te añora a ti tal como eres, no exige nada más que amor. No olvides que el hogar es fuego que calienta y amor que ennoblece que nace del corazón de una madre.

Madres felices, hijos felices.
Qué ternura, nacieron el mismo día.
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