Mujeres apasionadas del volante y amorosas madres de corazón

ZV
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9 de mayo de 2021
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05:20 am
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Mujeres apasionadas del volante y amorosas madres de corazón

Conducir un autobús, “me encanta es algo que me apasiona, sé que es un compromiso bastante grande, porque llevó las vidas de muchas personas en mis manos prácticamente”, así comenzó su relató Dilcia Ávila, una ejemplar madre soltera de dos hijos y conductora profesional que maneja una unidad de transporte interurbano, en la ruta de Sonaguera, hacia Tocoa, Colón, en extendidos horarios hasta de 12 horas.

Dilcia comenzó a conducir un autobús cuando tenía apenas 19 años, un oficio se convirtió en una pasión para ella y su medio de sustento para sus dos vástagos.

Pese a su vasta experiencia como conductora, Dilcia quería profesionalizarse y por ello buscó cómo certificarse y recordó que cuando buscó cupo en la Escuela Nacional del Transporte Terrestre (ENTT), le dijeron que en ese momento solo había un grupo de hombres, pero de inmediato le dieron el cupo y “solo tuve compañeros varones”.

“Ahora me siento muy orgullosa de ser una conductora certificada, es un proceso muy bueno, beneficioso porque uno aprende a ser profesional, y maneja toda la normativa como conducirse en una vía terrestre”, destacó.

La joven madre soltera, Dilcia Ávila, además de manejar un autobús de la ruta Sonaguera-Tocoa, estudia ingeniería de negocios, en la Universidad Metropolitana de Honduras y es feliz con sus dos lindos hijos.

ESTUDIANTE Y MADRE

Dilcia es una mujer versátil y decidida, ya que además de cumplir horarios completos en la ruta interurbana que cubre, es estudiante de la carrera de ingeniería de negocios, en la Universidad Metropolitana de Honduras, y madre de una niña de ocho años y un niño de cinco años.

Con una sonrisa contagiosa, afirmó que “el timón me sirve para sostener libros y cuadernos”. Si a Dilcia manejar le apasiona, ser madre le llena su corazón, pero relató que es difícil para ella como madre soltera estar con sus hijos, por sus horarios extendidos, pero siempre les da calidad de tiempo.

Narró que cuando llega a casa va directamente a realizar tareas del hogar y a supervisar las tareas de los niños, también trata de jugar y llevarlos por lo menos al parque “para salir de la rutina”. “Ellos hacen también un sacrificio, porque yo paso la mayor parte del tiempo fuera, pero es algo que ellos ya comprenden a la edad que tienen y saben que lo hago porque es mi trabajo”.

Dilcia siguió relatando que antes de la pandemia, para compartir más tiempo, llevaba a sus niños a dar una vuelta en su recorrido de trabajo y a “la niña le encanta andar de chequeadora y al niño le fascina el timón”, pero serán ellos cuando sean grandes que decidirán si siguen los pasos de la familia, señaló.

Este personaje del amor de madre instó a todas aquellas mujeres que quieran incursionar en el oficio de la conducción vehicular, para que lo hagan sin temor, porque se deben rebasar barreras y ahora que existe la Escuela de Certificación, es mejor porque pueden ser profesionales.

Pyubani Williams (comisionada presidenta del IHTT): “Todo lo que una mujer se propone puede hacerlo”.

CERTIFICARSE

En la Escuela Nacional del Transporte Terrestre (ENTT), además de certificar a todos los conductores, se busca romper paradigmas y también capacitar mujeres para que tengan oportunidades en el sector transporte, donde a través de la historia los empleos han sido relacionados únicamente con el género masculino.

La comisionada presidenta del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), Pyubani Williams, destacó la valentía de las mujeres “que están incursionando en trabajos nuevos, como en el transporte”.

La funcionaria señaló la apertura y el gran trabajo que se está desarrollando a través de la Escuela Nacional de Transporte Terrestre y Ciudad Mujer, donde “estamos certificando mujeres en el transporte para que puedan manejar una unidad de taxi, transporte de carga o cualquier modalidad para que se vuelva una fuente de trabajo para el género femenino”.

Williams aprovecho la ocasión para enviar un saludo a todas las madres del país y, particularmente, a las del sector transporte, exhortándoles a seguir adelante, “porque todo lo que una mujer se propone puede hacerlo”.

Francis Castañeda recibiendo su certificación de parte de la directora de la Escuela Nacional del Transporte Terrestre, Ana Valenzuela.

MADRE 24 HORAS

De su lado, Francis Castañeda trabaja en la entonces Escuela Nacional de Ciencias Forestales (Esnacifor), ahora Universidad Nacional de Ciencias Forestales (Unacifor) y entre sus labores conduce un vehículo institucional, además que es madre de tres hijos, dos en edad escolar y un bebé de apenas dos años.

“Yo no me desempeño al 100 por ciento como conductora, porque también tengo otras asignaciones dentro de la institución, pero la certificación de parte de la Escuela de Transporte Terrestre nos ha aportado mucho conocimiento y ha sido muy oportuno, porque tenemos vehículos a nuestro cargo”, comentó.

La iniciativa de la certificación con la Escuela “surgió a través de la institución para la cual laboro, para que todos los motoristas estuviéramos bajo un reglamento y cumpliendo toda la normativa de nuestro país, así fue que iniciamos el proceso con dos compañeras más”.

“Fue un proceso muy formativo y muy educativo”, destacó, para señalar que cuando inició la formación fue muy motivador, pese a que su bebé apenas tenía unos meses de nacido.

“Luego de los conocimientos adquiridos nos sentimos más seguras al conducir y a la vez nos sentimos más exigidas para cumplir todas las normativas al llevar el volante, ya sea en una carretera abierta o urbana”, añadió.

Francis, refirió que el papel de empleada con el de madre, no es fácil, porque “uno no es mamá solamente ocho horas o 12 horas, son 24 horas las que uno está pendiente de ellos”. Sin embargo, las exigencias laborales implican cumplir con un horario de trabajo y saber combinar las tareas.

Al concluir, la joven conductora y madre recordó que la mayoría de los hombres e, incluso, algunas mujeres critican a las damas de ser malas conductoras, pero Francis, invitó a todas las féminas que quieran incursionar en esta labor que se profesionalicen, porque “no hay trabajo que no podamos hacer”.

El “Día de la Madre” es una buena ocasión para recordar la constante lucha de las mujeres por alcanzar igualdad de oportunidades en el país, particularmente en el ámbito laboral y el sector transporte no ha sido ajeno a esta realidad, porque la apertura ha sido exclusiva para hombres, pero ya las féminas empiezan a incursionar y gracias a la certificación de la ENTT lo están haciendo de forma profesional.

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