¡Chinos comen nuestro almuerzo!

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11 de mayo de 2021
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01:14 am
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¡Chinos comen nuestro almuerzo!

Nuevo orden mundial

Óscar Antonio Oyuela Castellón

El título de este articulo corresponde a la expresión de un oficial de inteligencia y asesor del Consejo de Seguridad Nacional EE UU en declaraciones que diera al New York Times ante la creciente presencia de China comunista en países estratégicos de América Latina y el Caribe, con inversiones que sobrepasan los 141 millones de dólares, según Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. El banquero y exsecretario de comercio, Wilbur Ross dijo que las empresas estadounidenses apenas han invertido 2% de los proyectos de construcción comparado al 7% de las compañías chinas. En las giras de los últimos presidentes chinos por la región, preparadas por Cuba y la Brasil de Lula, aseguraban que estaban avanzando en ‘’las Américas’’ al establecer en Argentina kirchnerista una base de ‘’control satelital’’ que se sumará a los proyectos que el mandatario argentino suscribirá en Pekín en mayo de este año. China aprobó millonarios préstamos a Venezuela pagados con petróleo y participación en la explotación petrolera de la cuenca del Orinoco, donde Rusia tiene también presencia a cambio de armamento para la Policía y las Fuerzas Armadas del régimen dictatorial de Maduro. La Bolivia de la anterior y actual administración controlada por el partido de Evo Morales ha recibido de China ayuda no reembolsable y créditos a bajo interés. En Nicaragua el proyecto millonario del Canal Interoceánico ha quedado ‘’suspendido’’ por no decir fracasado, para centrar su atención en Panamá a partir del rompimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán, que le siguió Costa Rica beneficiada con el más grande estadio deportivo de la subregión y El Salvador favorecido con importantes obras como el proyecto de modernización del puerto de La Unión.

Guatemala y Honduras, aunque mantienen relaciones con Taiwán algunos políticos de alto nivel aconsejan a los mandatarios integrarse al proyecto expansionista de la Ruta de la Seda, lo que implicaría establecer el sistema ‘’socialismo de mercado’’, es decir, economía controlada por el Partido Comunista Chino, por ello, no nos ha extrañado que los últimos presidentes hondureños han amenazado a EE UU desmantelar la base militar de Palmerola. Taiwán, después de los hechos del 2009 fue uno de los pocos países amigos que contribuyó al retorno democrático y evitó que Honduras fuera un eslabón más del absurdo plan antiimperialista del socialismo del siglo XXI a través del ALBA y Petrocaribe. China de los 40 grandes del Partido Comunista hasta donde se le permita seguirá aprovechando la ausencia del liderazgo de EE UU y los recortes de ayuda para el desarrollo de Centroamérica y el resto de la región.

En la medida que crece la presencia China y Rusia en Latinoamérica y el Caribe, en esa misma proporción se va desvaneciendo la doctrina Monroe, incluso la exembajadora estadounidense en Uruguay, Julisa Reynoso aconsejó a su gobierno ‘’retirar la doctrina Monroe’’, otros han recomendado modificarla y que este a la altura de los últimos tiempos que asegure prosperidad suficiente para desincentivar las caravanas de insatisfechos, reducir el crimen organizado, tráfico de drogas y contribuir con el combate a la corrupción y violación de derechos humanos. Un informe especializado advierte que la presencia China en la subregión centroamericana podría encender las pasiones de los pueblos por el incumplimiento del fallo de la Corte Internacional de Justica de La Haya 1992 sobre delimitación marítima en el Golfo de la Fonseca donde China está dispuesta invertir en obras que interconecten al puerto de La Unión con Amapala y la infraestructura en Nicaragua que realiza la compañía china HKND Group, unido a los trabajos en marcha en la Zona Libre de Colón y un moderno puerto de cruceros en Panamá. Así se avanzaría con el plan de dominación de la Ruta de la Seda bajo el paraguas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Cooperación Sur-Sur y el Foro China-Celac, en otras palabras, resucitaría vigorosamente el plan antiimperialista bolivariano del siglo XXI financiado por China, Rusia, Irán, y Cuba que controla las Fuerzas Armadas, la inteligencia y las instituciones de identificación ciudadana de Venezuela, con apoyo del eje México de AMLO y la Argentina kirchnerista, constituyéndose en el principal desafió de la política exterior norteamericana. El presidente Joe Biden dijo que la presencia en América Latina de China y Rusia ‘’se acabaran en el día de mi administración’’. Además, aseguró ‘’…se tiene que combatir la corrupción sistemática y los abusos de poder …se reforzarán los sistemas jurídicos y el Estado de derecho…’’. ¿Será?

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