Hondureños a las puertas de un nuevo ajuste fiscal
El 2014 fue el último “paquetazo fiscal” que sufrieron los hondureños con aumentos al ISV y combustibles, entre otros tributos que duplicaron las recaudaciones tributarias.
El próximo gobierno deberá aplicar un ajuste fiscal que le permita enderezar las finanzas públicas devastadas por la pandemia, huracanes, despilfarro y corrupción, coinciden distintos sectores, entre estos, el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es una situación que deberán enfrentar la mayoría de países a nivel mundial explicó el representante residente del FMI, Jaume Puig-Forne: “El ajuste fiscal vendrá de una manera natural, con la recuperación de los ingresos tributarios, con la recuperación de la economía y también con la caducidad que tienen los gastos de emergencia”.
“Eso se vendrá dando entre el año próximo y el 2023. El gobierno está comprometido en volver al 1 por ciento de déficit que marca la Ley de Responsabilidad Fiscal”, reveló el funcionario del Fondo.
El presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Helmis Cárdenas, también ve “la necesidad de hacer ajustes, tanto por el lado del gasto como por el lado de los ingresos”. Pero advierte que será necesario un diálogo amplio con todos los sectores del país.
De cara a las elecciones generales de noviembre, dijo les “preocupa el tema político, necesitamos que sea un gobierno con legitimidad y el respaldo suficiente para poder sentarse con las diferentes instancias en las negociaciones”.
Por el lado de ingreso, el CHE visualiza espacio fiscal en sectores como la economía digital o comercio electrónico con sus plataformas digitales, que no tributan, también está el tema de las exoneraciones tributarias o incentivos fiscales que en Honduras son las más elevadas de la región, en manos de sectores como la diplomacia, energía, comercio, iglesias, manufactura, agro y turismo.
El Fondo considera que el ajuste de la economía tardará dos años, pero de acuerdo a Cárdenas, la estabilización de las finanzas públicas será más prolongado, otros economistas agregan el “problema de la deuda” que se viene con más del 62 por ciento del PIB que dejará el gobierno actual.
Desde el sector privado temen más cargas y citan que el 71 por ciento de las empresas consideran que el letargo económico, previo a la pandemia, debido al tema tributario. “Si le quieren aumentar más, entonces, va ha haber menos empresas formales”, vaticinó el director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Armando Urtecho.
“Si eso es lo que quieren, entonces, están atacando la institucionalidad, que sean serios, que digan la verdad -que vengan los agoreros- como dijo un expresidente y que digan si es cierto que están exigiendo mayores impuestos”.
A criterio de Urtecho, lo que se debe hacer es reducir las cargas impositivas, bajarle los salarios de hasta 320 mil lempiras mensuales que ganan algunos funcionarios públicos. Y que “dejen de gastar energía y gasolina en esos carros que andan en esta campaña electoral”, fustigó. (JB)
DATO
Un ajuste fiscal será necesario para pagar la deuda pública que se disparó con la pandemia e impactos de Eta y Iota. Además, permitirá a una nueva administración reducir el aumento del déficit fiscal que se proyecta a finales de año por alrededor del 5.4 por ciento. Las recaudaciones tributarias se recuperan de una caída del 25%, producto de los confinamientos del 2020 a raíz de la crisis sanitaria y los huracanes. Hasta ahora, ninguno de los candidatos presidenciales con opciones de ganar las elecciones generales en noviembre se ha pronunciado sobre cómo enfrentar la crisis que le depara a los hondureños en los próximos años en tiempos de la postpandemia o normalización de la economía. Con la eliminación del 1.5% ISR y la contracción del -9.5% del PIB, la presión tributaria cayó de 8.4, a 5.5%, bajo un escenario así se plantea la implementación de un nuevo “paquetazo fiscal”.
