Olban Valladares
El analista, Olban Valladares, manifestó que el modelo de las ZEDES para Honduras, “son improcedentes. Las ZEDES, se les han vendido a los incautos, como propulsores mágicos del desarrollo nacional. Falso”.
Valladares resaltó: “El modelo de las ZEDES, en Honduras es una idea importada cuyo promotor extranjero, original, renunció al proyecto en sus primeras etapas, denunciando desviaciones de los objetivos básicos, por personas, empresarios del patio, políticos inescrupulosos y caballeros de industria extranjeros, que vieron una oportunidad de oro, para explotar, sin lastima, riquezas naturales del país con la sobreprotección del Estado”.
“A tal punto, que los territorios de las zonas seleccionadas se convertirán en enclaves inexpugnables, de capitales criollos y foráneas cuyo interés nunca será la generación de desarrollo humano para beneficio de hondureños, sino la multiplicación de sus capitales”.
Detalló: “Las ZEDES, se les han vendido a los incautos, como propulsores mágicos del desarrollo nacional. Falso, con solo ver los lugares escogidos, se percibe el objetivo de enajenar nuestros mejores sitios, particularmente turísticos”.
“Las ZEDEs, su estructuración misma, sus objetivos virtuales, su marco jurídico y su estructura accionaria, constituyen una total y flagrante violación a artículos pétreos de nuestra Constitución de la República, una usurpación consentida de nuestra soberanía territorial y una bofetada al pueblo hondureño que observa estupefacto como un grupúsculo de funcionarios tarifados”.
“Entregan el país con todo y su marco jurídico, otorgando concesiones con beneficios exclusivos exagerados, vedados a los nacionales y, sobre todo, sometiendo la dignidad de un pueblo que por su ingenuidad y buena fe se ve forzado a tolerar semejante abuso”.
Aseguró: “Implica enajenar el futuro de las generaciones por venir; las concesiones por cincuenta años solo representan que las dadivas, coimas, comisiones y sobornos otorgados a los beneficiarios, entre ellos funcionarios, diputados y gestores privados, alcanzaron cifras inimaginables que deben ser urgentemente investigados de oficio por el Ministerio Público”.
“Implica, prostituir la Nación al mejor postor y mantener a Honduras en los peores niveles de injusta distribución de nuestras riquezas”.
“Es revivir las exclusivas e históricas “zonas americanas” de las empresas bananeras o la zona inexpugnable privilegiada del otrora Canal de Panamá bajo bandera extranjera”.
“La lógica nos indica que ese fue un gancho de comercialización, se esta hablando de salud y otros beneficios para el pueblo hondureño en general, cuando la idea es que la autonomía y responsabilidades que se les asignan a las ZEDES se concentran en su territorio”.
“De asumir ellas el papel del Estado para cubrir todo el territorio nacional requeriría decir que el Gobierno de la República sale sobrando”.
“Esta es otra de las concesiones con beneficios fantasmas que ha otorgado este Gobierno en la última década, muy similar a otros en el campo vial, en comunicaciones, en aeropuertos y en otras actividades, en que Honduras termina pagándoles a los concesionarios, porque no se alcanzan los utópicos rendimientos proyectados para esas obras”.
“La destitución de magistrados de la Corte Constitucional argumentando infamemente vinculaciones con el crimen organizado, no fue más que una represalia, mediante un plan maquiavélico, para destruir la patriótica postura de los magistrados defenestrados, al haber declarado, inconstitucional, el proyecto de las ZEDES y también, por oponerse a las pretensiones de una reelección del Ejecutivo. Este actuar, lógicamente, requería la oprobiosa compra de conciencias en el Congreso Nacional y el engrosamiento de los bolsillos de algunos legisladores sin patria”.
“El proyecto de las ZEDES, a todas luces, viola la soberanía territorial, jurídica y administrativa del Estado. Esta es la opinión de juristas nacionales y de estudiosos profesores de derecho extranjeros, sorprendidos por esta aberración jurídica”.
“Hoy, el pueblo exige prueba de que aún podría quedar una pisca de dignidad en aquellos representantes que aún pretenden repetir, con el voto noble de los electores y que imploran, por cuatro años más, su presencia en el Palacio Legislativo, recibiendo, los nada despreciables emolumentos mensuales”.
“A los gestores de las ZEDES, no les bastan las canonjías ya concedidas en la ley original, a esas máquinas de extracción de riquezas nacionales, émulos del saqueo de tesoros, efectuado por los conquistadores de los pueblos autóctonos latinoamericanos; ahora, exigen más”.
“En esta oportunidad en que el Ejecutivo pretende volver a torcer el brazo de un número de legisladores, seguramente ofreciéndoles nuevas y vergonzosas aportaciones que satisfagan su desmedida codicia, el pueblo les demanda, que con todo pundonor y patriotismo resistan las tentaciones y voten en contra o bien, que se atengan a las consecuencias. ¡Vergüenza contra dinero!
