Con bombos y platillos

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21 de mayo de 2021
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12:04 am
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Con bombos y platillos

Que Dios nos agarre confesados

Por: Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno
Abogado y Notario
Máster en Derecho Empresarial

El Presidente de la República junto a algunos de sus altos funcionarios, anunció con “bombos y platillos” la firma de un contrato para adquirir 4.4 millones de vacunas a una de las compañías farmacéuticas internacionales, para hacer un total entre donaciones y compras directas, de 14 millones de dosis, suficientes para inocular a 7 millones de hondureños antes de que finalice el año, lo que constituye una grandiosa noticia para la población.

Sin embargo, el pequeño inconveniente con lo anteriormente mencionado, es que esos 14 millones de vacunas prácticamente solo existen en el Power Point en el que se proyectaron, porque en la realidad son muy pocas las dosis aplicadas, por lo que apenas se ha inoculado al personal de salud, algunas personas de la tercera edad, y por supuesto algunos “suertudos” que aprovecharon para vacunarse, mientras la inmensa mayoría de la población sigue al “sálvese quien pueda”.

Lamentablemente, como si lo ocurrido con los “tristemente célebres” hospitales móviles, las pruebas para la detección del virus, no fue suficiente, tal como era de esperarse con el tema de las vacunas vuelve a quedar evidenciada la incapacidad, improvisación, desidia, irresponsabilidad de los miembros del actual gobierno en la gestión de la emergencia ocasionada por la COVID-19, lo que ha ocasionado hasta enfrentamientos verbales entre algunos de ellos, sin que se vislumbre una solución al corto o mediano plazo.

Y han transcurrido más de 14 meses desde el inicio de la emergencia, y según las poco creíbles cifras oficiales, alrededor de 240 mil casos se han confirmado en el país, de las cuales han fallecido más de 6 mil personas, muchas de ellas seguramente pudieron salvar su vida en caso de contar con atención médica oportuna, o si se les hubiese aplicado la vacuna de forma pronta, y es que en Honduras las pocas vacunas aplicadas han sido donadas por otros países o por medio del “eficiente” mecanismo Covax.

No cabe duda que el acceso a la vacuna ha sido sumamente complicado desde el inicio, ya que los países con mayores recursos han acaparado la misma, sin embargo llama poderosamente la atención el caso de El Salvador, que cuenta con una gran cantidad de vacunas disponibles, y donde se ha fijado como meta vacunar 50 mil personas al día, lo que dio lugar a que los alcaldes de 7 municipios de Honduras solicitaran al presidente del hermano país, su ayuda, a efectos de obtener vacunas para la población de sus comunidades, obteniendo 34 mil dosis para ser aplicadas a las personas más vulnerables, lo que provocó una ola de críticas en Honduras por parte de sectores afines al gobierno, señalándolos de haber perdido la dignidad, la decencia y el honor, y de causar una vergüenza para el país en el ámbito internacional. Ojalá esos mismos señalamientos los hicieran con tanta vehemecia respecto a aquellos que han cometido sinnúmero de actos de corrupción o respecto a los vinculados al crimen organizado.

La escasez de las vacunas en Honduras, también ha provocado lo que se conoce como el “turismo de vacunas”, ya que muchos hondureños han viajado a Estados Unidos de América con la intención de vacunarse, aprovechando que en varios estados se ha liberado la aplicacón de las vacunas, incluso a personas no residentes, sin embargo, se trata de un pequeño porcentaje respecto al universo de hondureños que anhelan se les aplique una vacuna.

Finalmente, en las redes sociales circula un meme que dice que los dos presidentes que más hondureños han vacunado son Joe Biden y Nayib Bukele (némesis de muchos en Honduras), lastimosamente algo tiene de razón, mientras tanto toca seguir cuidándose y esperar ser vacunados dentro de los próximos 11 años que se ha proyectado tardaría en inmunizarse a la población del país, según el ritmo seguido hasta ahora.

Que Dios se apiade de Honduras.

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Twitter: @rpaganr

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