El reto: pensar en Honduras

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22 de mayo de 2021
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12:02 am
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El reto: pensar en Honduras

Independencia y recuperación patria

Abog. Octavio Pineda Espinoza
Catedrático universitario.
Secretario General del Partido Liberal de Honduras.

Se aproxima la fecha tope, dentro de este falso escenario creado por los “distinguidos consejeros del tristemente célebre, Consejo Nacional Electoral”, el 27 de mayo es esperado porque tendrán de nuevo, la oportunidad de mentir y de recalcar, ¡que este ha sido el proceso más transparente de la historia de las elecciones hondureñas!, supongo que lo dirán, como la vez pasada, tipo 11 ó 12 de la noche, para esperar poca reacción y para salvaguardar lo que les quede de vergüenza, si es que alguna vez la tuvieron, habrán risas veladas y, los pobres empleados, que saben la verdad, tendrán que tragar grueso ese día o celebrar que les extendieron el contratito un añito más o hasta noviembre.

Los que tienen intereses encontrados, situación que debería ser regulada por el Congreso Nacional, si de verdad quiere limpiarse un poco la cara sucia, como por ejemplo el secretario general, cuyo hijo va de diputado suplente en la planilla, vaya usted a saber, de Yani Rosenthal, o de la consejera de Libre, cuyos hermanos, violando la ley, van de candidatos, uno de alcalde de Talanga y la otra de candidata a diputada por FM, de los directores electorales, uno incluido en la planilla del Central Ejecutivo del Partido Liberal por el “Movimiento Yanista”, la otra, hija de un detractor permanente de las autoridades legítimas de su propio partido, u otra, hermana de una candidata a diputada por aquel departamento perdido, lleno de barcazas y de otras yerbas, obviamente, representantes del movimiento ya mencionado y así, en continuidad, no sigo el listado porque no abarcaría el espacio para este artículo, en fin, todos ellos, han de estar contando las horas y los días para irse a postrar nuevamente ante el tirano, y para recibir las migajas que caen de su plato.

Pero eso, ya el pueblo hondureño lo sabe; lo novedoso, lo importante, lo trascendental sería, que se construyera una alianza de oposición fortalecida en el objetivo central, de sacar del poder a esos gangsters del Partido Nacional que han destruido el Estado de derecho por 12 años, que corrompieron y subyugaron a los otros poderes del Estado desde la Presidencial, que convirtieron a Honduras en un narcoestado y que desfiguraron la poca institucionalidad que tanto años nos ha costado construir desde 1982, que corrompieron a toda una nueva generación de hondureños y los volvieron en lacayos serviles, febriles de mente, cortos de espíritu y vacíos en la mente y en el corazón.

Cuando veo a los que supuestamente van a construir esa oposición, me preocupo, porque hay mucho de egos, de protagonismo, de payasos que nunca sobran, veo poca sustancia, mucho talante y poco talento, de manera tal, que se le hace fácil el trabajo a los corruptos que gobiernan y difícil a los ciudadanos que son los que sufren y han sufrido la bota de un gobierno autoritario, ilegal, ilegítimo, inconstitucional pero sobre todas las cosas, de una nueva generación que ansía una opción que les permita cambiar este país, sus vidas, sus comunidades, sus familias, sus anhelos, sus sueños, sus aspiraciones, que les permita decir con orgullo, ¡yo fui parte del cambio!, que les dé, como decía aquel gran jurisconsulto romano: “A cada quien, lo que le corresponde”.

En Honduras solo hay una alianza de oposición que puede hacer eso, no es la de “Mel” y Xiomara, que ya mostraron las uñas, sus intereses y su vocación caudillista, hay una Alianza de los Honestos que puede salvar a esta nación, pero para ello hay que pensar en grande, hay que pensar estratégicamente, no con las vísceras, sino con el órgano más grande del cuerpo que es el cerebro, hay que pensar en Honduras, ese es el reto, no en fulano ni en sutano, no en mi interés particular sino en el de la colectividad, hay que ver 25 años hacia el futuro, y no, en noviembre, hay que pensar, con madurez, con conciencia, con integridad, con tolerancia y no, con sentimientos mezquinos, levantiscos y vengativos. Hay que pensar en la Honduras de hoy, pero sobre todo, en la Honduras del mañana. Mi llamado, como el de muchos hondureños es, que, aquellos que saben y que tienen esa responsabilidad abandonen bastardos apetitos y que recuerden, que el fracaso de esa alianza, les abre el camino a los malos, que ya han gobernado demasiado. La apuesta es por el cambio, no por más de lo mismo ¡Se lo debemos al pueblo!

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