Miramonte
Tenía una pasión desmedida por el periodismo. Amante del buen hablar y escribir. Poseedor de una oratoria y un léxico exquisito. Moldeó su pluma con sus ideales de justicia e igualdad. Sin duda fue un baluarte del gremio.
Estas son algunas de las cualidades que podemos mencionar del periodista Leonardo “Nayo” Galindo Castellanos, que hace casi tres meses alzó vuelo a la eternidad y hoy día del periodista hondureño es propicio recordar su recorrido y profundo sentimiento gremialista por la profesión más bella del mundo, como la catalogó el escritor y periodista colombiano, Gabriel García Márquez.
Nayo, comenzó muy joven en el mundo de las comunicaciones, su primera experiencia fue en una radio en Tela, Atlántida. Tiempo después se trasladó a Tegucigalpa, donde laboró en el diario El Pueblo, El Cronista –donde coincidió con el prestigioso periodista Ventura Ramos-, prosiguió su camino periodístico en las radios Vanguardia, Santa Lucía y Monserrat.
También, tuvo su paso por la televisión y por oficinas de Relaciones Públicas de varias instituciones, desempeñándose siempre con su carisma y alto sentido de responsabilidad y rectitud.
Nayo Galindo, como promotor de organizaciones periodísticas formó parte de la comisión formativa del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), a través de la Asociación de Prensa Hondureña (APH) organización que dio los primeros pasos para la fundación del colegio. Nayo, como miembro fundador del CPH, fue inscrito bajo el número 0005 y fungió en distintos cargos en las subsiguientes juntas directivas.
El acervo cultural de Nayo y su conocimiento en distintas áreas de la vida le permitió en su etapa de jubilación, elaborar en distintas etapas, el “Catoligrama” que se publicaba en el periódico Fides y el “Deportigrama” en la revista AS Deportiva, del grupo editorial ABC. Asimismo, se mantuvo activo con columnas de opinión, sobre diversos temas, que publicaba en este mismo rotativo.
Pero también Nayo Galindo, será recordado por su carisma y su alto sentido del humor y como el autor de una “lista” que por muchos años y en la actualidad fue motivo de preocupación y humor entre el gremio periodístico, incluso alcanzando esferas sociales y políticas.
Para destacar la trayectoria de Nayo Galindo, no bastaría un par de líneas, sin embargo resumimos en esta columna, la grandeza de un gran ser humano y desde luego de un gran periodista.
Por cierto, estaría muy feliz y orgulloso de que su gran amigo, el periodista y escritor, Mario Hernán Ramírez, recibiera el máximo galardón del Periodismo Nacional, el premio Álvaro Contreras.
¡Hasta la victoria siempre querido Nayo!
Por: Jorge E. Galindo Ávila
Licenciado en Periodismo
