Apoyar y compartir con discreción

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26 de mayo de 2021
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01:23 am
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Apoyar y compartir con discreción

Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®

Hace un par de semanas observé una nota en una página electrónica de la Fuerza Aérea Hondureña, referente a la salida de un contingente de esa fuerza, integrado por personal especialista de vuelo y mantenimiento de helicópteros modelo UH1H, quienes según la información, cumplirían una misión en el hermano país de Belice, me interesó el tema y busqué conocer más detalles al respecto. La misión se trata de un apoyo que se proporciona a las Fuerzas de Defensa de Belice, quienes solicitaron a través de los mecanismos establecidos dicho apoyo especializado, para lo cual nuestro país accedió colaborar en lo siguiente: trasmisión de conocimiento y experiencia en el UH1H, entrenamiento teórico-práctico de vuelo y mantenimiento, habilitación y certificación del sistema de operación y mantenimiento hasta obtener un nivel de operatividad autónoma de sus pilotos y mecánicos. Se nos hizo referencia de que los aparatos beliceños han estado sin operar por más de un año, después de un catastrófico accidente.

La primera razón por la cual se efectúan esta clase de apoyos, es porque se cuenta con la capacidad para hacerlo, para recordar, la FAH nació hace 90 años como escuela, recibiendo en sus orígenes, la formación doctrinaria, teórica y práctica de expertos pilotos norteamericanos, quienes dejaron la institución, cuando se alcanzó el grado profesional y experiencia de operar y dirigir la FAH de manera autónoma y segura. De hecho, entre las FF AA de la región existe un nexo de cooperación amplio y de larga data, a nivel de Ejército el intercambio con Guatemala es permanente en lo relacionado a formación y entrenamiento, en la rama aérea se ha mantenido vigente nuestro apoyo para Panamá, Belice, Guatemala y República Dominicana, sobre todo en materia de formación de pilotos y técnicos de mantenimiento.

En este mundo volátil y complejo en que vivimos, las amenazas son múltiples e inciertas, todo país vive en cierto grado múltiples peligros que debe controlar, sabemos que la mejor manera de hacerlo es de forma conjunta, coordinada y continua, es por ello que los países de la región debemos mantener la capacidad para: controlar el narcotráfico, el crimen organizado, tener capacidad de apoyo en casos de desastres naturales, búsqueda, rescate y evacuación aeromédica entre otras, es por ello que debemos apoyarnos unos a otros; los mecanismos, protocolos y organizaciones existen, solo hay que honrarlos.

Los ocho países que integramos la región, no somos potencias emergentes o algo parecido, hay que reconocer que algunos han dado unos pasos adelante, las razones de dichas disparidades, atrasos y adelantos es discutible y conocida. El punto focal del asunto es que dentro de las limitaciones reconocidas, siempre hay manera de apoyar en lo que corresponda, en este caso Honduras es poseedor de una Fuerza Aérea, fuerte doctrinaria e institucionalmente, con una experiencia de años, que ha podido brindar su apoyo a los países hermanos en varias oportunidades y diferentes tareas.

Como en esta ocasión, nuestro país nunca ha buscado publicidad, ventaja o recompensa por su labor, al contrario hemos sido discretos y prudentes, no es necesario montar shows publicitarios y sacar ventajas mediáticas para catapultar políticamente algún personaje, conociendo que los aparatos, medios y materiales pertenecen al pueblo.

¡Solo para recapacitar!, ¿se pudo compartir con discreción en el caso de las vacunas salvadoreñas? Por supuesto que sí, 45 minutos de vuelo toma venir de San Salvador a Tegucigalpa, si no lo hacían ellos, la FAH las pudo transportar… pero ya lo sabemos el show continúa.
Es un deber ser agradecidos: El acto fue bueno, el fin no lo es. Esperen. Todavía falta la segunda dosis, viene otro capítulo.

Por ahora más conviene recordar lo siguiente:
“Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, Mateo 6:3-4”.

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