MALA RACHA

ZV
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29 de mayo de 2021
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12:07 am
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MALA RACHA

EL CONTAGIO Y LAS ALARMAS

GRAN parte de los negocios que operan en la capital están pasando por malos momentos. La pandemia y los azotes de dos tormentas dejaron la actividad privada turulata. Los mercados deprimidos. Son cientos de trabajadores que perdieron su empleo a consecuencia de empresas moribundas que tuvieron que reducir sus costos de operación. Igual impacto han sufrido los negocios individuales y los emprendimientos familiares. Informes de la cúpula empresarial dan datos dramáticos de la merma en la actividad económica de la ciudad. Son más los que cierran que los negocios que abren. Este rotativo estuvo publicando las fotos y los testimonios de cientos de compatriotas ofreciendo sus pertenencias en venta para poder subsistir. Los que han cerrado el medio de vida que les daba su sustento, ofrecen los locales en venta o en alquiler. Rótulos de “se vende” o se “alquila” colocados en la fachada de cientos de establecimientos comerciales, por todas partes de la ciudad. Avisos de remate de sus vehículos automotores a precios de liquidación.

Es obligación de la autoridad municipal velar por la salud de las actividades locales. A esta fecha ya debió salir, en conjunto con la Cámara de Industria y Comercio de Tegucigalpa, con un plan de rescate para aliviar el padecimiento de sus miembros y aportantes. Un plan de apoyo a iniciativas que naufragan y que requieren asistencia. Así como el Estado pide moratorias a los entes financieros internacionales y el respaldo de recursos frescos para hacer frente a la crisis, también las instituciones públicas deben dar facilidades a los contribuyentes. Las empresas, las industrias y los comercios capitalinos están en agonía. Requieren de estímulos y de apoyos. Pero no solo es una desgracia que afecta la actividad comercial, es un mal que golpea la colectividad. A todos los vecinos de la capital. Aún así, con una clase media expirando, los contribuyentes de la capital tienen que cancelar en los próximos días a la alcaldía sus impuestos de bienes inmuebles. Los altos valores que ahora se pagan es debido a un ajuste hecho por la municipalidad a los valores catastrales de las propiedades. Una ingeniosa manera que se encontraron para sacarle más al cliente, subiéndole el precio a su inmueble. Al aplicar el mismo porcentaje a un valor más alto –saquen sus calculadoras y computen–se incrementa el monto de contribución. Dicho de otra manera. En forma furtiva elevaron el valor catastral de las propiedades y al hacerlo obligaron al contribuyente a pagar un monto superior al que venía pagando. El alcalde explicó en su oportunidad que no hizo otra cosa que emparejar el valor de las propiedades.

Solo que, como resultado del emparejamiento, muchos capitalinos duplicaron y hasta triplicaron el monto de los impuestos que pagaban a la alcaldía en años anteriores. O sea que, sin decir agua va, los propietarios de algún inmueble en la ciudad recibieron sus recibos con cifras superiores a lo que antes pagaban. Por sus viviendas o sus solares. Igual los dueños de negocios por sus establecimientos, los industriales por sus instalaciones, los propietarios de locales, de edificios y de complejos comerciales, los microempresarios por sus talleres. A lo anterior hay que sumar el costo de los permisos, tren de aseo y de otras contribuciones por servicios municipales. A quienes operan en la circunscripción municipal, impuesto de volumen de ventas que la alcaldía escalfa al inversionista por la explotación del mercado local. Solo la economía informal, que opera sin libros y al aire libre, capea las obligaciones. Y los que no reportan el fruto de sus faenas económicas y financieras. Pero todos los demás están incluidos. Grandes, medianos, pequeños deben de contribuir. ¿No creen que esta mala racha que atraviesan los capitalinos merecía que hubiese una mínima condescendencia en el pago de estas cargas municipales? Nos enfocamos a lo local, porque aquí es donde estamos ubicados y nos acaban de pasar los recibos para el pago de bienes inmuebles. Pero iguales consideraciones aplican a las demás alcaldías del país y a otras cámaras y asociaciones empresariales.

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