“APAGAFUEGOS”

ZV
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31 de mayo de 2021
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12:51 am
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“APAGAFUEGOS”

LOS peruanos –no encuentran gobierno que les acomode– están a una semana de decidir entre dos extremos. La izquierda radical del sombrero de paja de ala ancha y la ultra derechista heredera de los bastiones fujimoristas. (Solo pensar que aquí muchos esperan que de allá nos caigan fórmulas salvadoras a los problemas locales). Han tenido 4 presidentes en los últimos 4 años. Ninguno les dura. Los que no están presos o prófugos, acusados de corrupción, se suicidaron antes que someterse a la persecución. Unos sondeos dan la ventaja al izquierdista mientras otros los tienen en empate técnico. Los brasileños salieron en multitudinarias marchas a quejarse del gobierno. Los protestantes –entre los que se cuentan seguidores del expresidente Lula, que ahora anda agitando las calles– buscan desgastar al líder ultraderechista. Exigen “acelerar el proceso de vacunación y aumentar el monto de los auxilios para que los pobres –afectados por la pandemia–tengan un ‘ingreso digno’”. De paso, demandaron “parar las privatizaciones y los recortes presupuestarios a las universidades”.

En Nicaragua el comandante sandinista no solo se bailó a la OEA, haciéndola partícipe de un diálogo infructuoso que duró hasta que, por cansancio, pudo agotar a la oposición, sino que acabó haciendo una ley electoral a su medida. Pero no pareciera ser suficiente todo el ventajismo que obtiene de una ley que permite al tigre andar suelto con oposición de burro amarrado. Pese a que los partidos desparramados no lograron unirse en una alianza opositora que hubiese tenido mucha mayor posibilidad de derrotarlo, no se fía. Le ha echado encima la fiscalía a la periodista Cristiana Chamorro –según Gallup es la figura con mayor posibilidad de truncar su tercer período de reelección consecutiva– hija de Violeta Chamorro y del recordado Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado durante la dictadura somocista. “Allá –como en la autocracia venezolana– hay guerra sin cuartel al periodismo independiente. Allanamiento contra un grupo de medios que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro”. “Han abierto investigación a la corresponsal de la cadena hispana Univisión en Nicaragua”. Por el mismo camino pareciera ir el millennial –con apoyo de los uniformados, el respaldo de que goza en las calles, el control de la opinión pública–como la separación de poderes no es más que un estorbo, acaba de hacerse del poder absoluto en su país.

Pero después de Ecuador y de Chile –donde Piñera le tiró a la fiera hambrienta una nueva Constitución para evitar que lo devorara– es en Colombia, donde azotan tormentosas las “brisas bolivarianas”. La erupción tumultuosa empezó como condena al paquete de cargas tributarias gubernamentales. Las aves agoreras y sus tías las zanatas no miden el efecto desestabilizador de sus groseros ajustes, más aún en tiempos de pandemia. Pese a que el gobierno desistió, la naturaleza de las quejas fue mutando y el torbellino de reclamos no ha cesado. “Cali (suroeste), con unos 2.2 millones de habitantes, es el epicentro de violentas protestas, bloqueos de vías y de represión policial”. El gobierno enfrenta un mes de un tórrido clima de demostraciones. “Diez fallecidos en la capital del Valle del Cauca”. Para que vean. El molote que comienza por una cosa se degenera en otra en la medida que crecen las tensiones. “La violencia empezó cuando una turba linchó a un funcionario de la Fiscalía que había matado a dos manifestantes por impedirle el paso en una avenida bloqueada”. “Luego –en videos difundidos por redes sociales– se vieron civiles disparando con fusiles junto a policías”. (Ya no halla a dónde acudir el Sisimite, al que ofrecen de apagafuegos, en los pueblos donde lo han visto aparecer. Y eso sin contar con lo que aquí podría desencadenarse. Con esa campaña insidiosa de perdedores impopulares y sus vitrolas RCA Victor que han montado contra la democracia para apabullar el proceso electoral y minar la confianza ciudadana. Por eso –sospechamos que una nueva Ley Electoral no sea suficiente bálsamo que relaje el descontento o remedie la desconfianza– a tiempo sugerimos que incluyeran la segunda vuelta).

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