El llamado a invertir en Centroamérica

MA
/
2 de junio de 2021
/
01:03 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
El llamado a invertir en Centroamérica

Rafael Delgado Elvir

Aunque no lo veamos diariamente, la crisis migratoria es permanente. La frontera sur de Estados Unidos es el último lugar donde toma forma la tragedia, con miles de centroamericanos, incluidos miles de niños sin sus padres, huyendo de su tierra. Pero a los gobernantes de aquí y a los políticos afines esto parece no ser el centro de su preocupación. Seguramente perciben el fenómeno migratorio como una forma de aliviar tensiones dentro del país; como un buen argumento para que alguien se preocupe y el dinero siga fluyendo.
Pero resulta que para la administración Biden-Harris sí es un enorme problema político. Por ello desde el inicio de su gestión han anunciado iniciativas que pretenden supuestamente ir a combatir las causas de esta crisis migratoria. Aunque con muchas dudas por parte de los observadores sobre el efecto final, EUA ha planteado a la región apoyo con recursos públicos. Agregado a esto, en días pasados la vicepresidente de los Estados Unidos, Kamala Harris, se ha reunido con un grupo de altos ejecutivos de grandes multinacionales para tener también en el proyecto a este sector importante de la economía norteamericana.

Públicamente, la reunión de Kamala Harris se ha presentado como un llamado del gobierno de los EUA a que estas empresas hagan algo para frenar la crisis migratoria. A estas, algunas ya sobradamente conocidas en el país, se les ha pedido invertir más creando empleos como una forma de detener a los hondureños en su camino irregular hacia el norte. A algunas oenegés también con un largo recorrido en la región, se les ha pedido incrementar su trabajo con enfoque especial al emprendimiento y al acceso al crédito.

En efecto la inversión extranjera directa en Honduras ha llegado a niveles sumamente bajos y no hay indicios que indiquen un cambio en el corto plazo. Nuestro país, así como sus vecinos centroamericanos, pese a sus legislaciones polémicas que han aprobado en los años pasados creando abundantes exoneraciones, presentan como lugar para invertir serias dificultades a las empresas. Indudablemente que aquí más que las consideraciones de tributación y costo de mano de obra, por las que siempre insisten en reducir, se impone el rechazo a invertir ante los resultados de los indicadores globales que dibujan un país sumamente precario en cuanto a sus instituciones públicas golpeadas por la corrupción y por un ambiente político nada propicio. Allí está publicada una buena lista de rankings internacionales que de forma consistente marcan la misma temperatura que termina condenando a todo el país.

La propuesta de la administración norteamericana parece estar en ciernes, intentando por aquí, intentando por allá, frenar los dramáticos cuadros de la migración irregular con un acercamiento a los gobiernos y otros actores. Mi percepción es que los grandes intereses y compromisos políticos con los gobernantes de estos países amenazan con agotar la estrategia a lo mismo que hemos conocido en años anteriores. Pese al amplio rechazo que se han ganado, estos siguen siendo los aliados con los que se disgustan e incluso amenazan desde el norte, pero que finalmente aceptan ante sus promesas de seguir siendo dóciles y útiles.

Al menos en Honduras la contraparte oficial sigue siendo la misma con la que EUA trabajó en este tema años atrás. Quedaríamos en lo mismo si se canaliza nuevamente los recursos por las mismas instituciones públicas. En cuanto a las empresas norteamericanas, habrá que ver si realmente desean también hacer un cambio en sus negocios con Centroamérica y enmarcarlas cada vez más en los principios de la sostenibilidad y la responsabilidad con las comunidades. Por ello, es necesario tener a las organizaciones locales de base, presentes en muchos municipios del país, como los aliados naturales para combatir tanta pobreza, ante la corrupción pública y ante un año con un tremendo sesgo electorero que amenaza con anular todo intento de trabajo efectivo contra la pobreza y la emigración irregular.

Más de Columnistas
Lo Más Visto