El “Froylán” de José Antonio Funes

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6 de junio de 2021
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12:07 am
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El “Froylán” de José Antonio Funes

Por: Segisfredo Infante

Me encontraba respirando aire fresco sentado cerca de las gradas de las instalaciones de la Editorial Universitaria de la UNAH, cuando de pronto vi aparecer la figura sonriente de un muchacho que a los pocos segundos me enteré que se llamaba José Antonio Funes, y que venía de La Lima o de San Pedro Sula. Hablo de la segunda mitad de la década del ochenta del siglo pasado. Después del intercambio de saludos expresó que anhelaba publicar un poemario titulado “Modo de Ser” (1989). Conversé con el director de la Editorial, a la sazón el licenciado Oscar Cerrato, acerca de la buena calidad de los poemas de Funes, y de inmediato nos pusimos de acuerdo con respecto a su primera edición. Al publicarlo viajé a San Pedro Sula para la presentación del libro. En realidad, fueron dos ediciones de “Modo de Ser”. También le publicamos sus poemas en el boletín literario “18-Conejo”, y en la ya desaparecida revista “Caxa Real”.

José Antonio se marchó hacia Salamanca, España, a cursar un doctorado en literatura hispanoamericana. Como seguimos en contacto supe, desde el comienzo, de sus intensas búsquedas sobre la vida y obra de Froylán Turcios. Cuando retornó a Honduras con su tesis doctoral, nosotros estábamos muy atacados de trabajo en los talleres de la Editorial Universitaria. Pero mientras tomábamos algo en el ya desaparecido “Café de Pie” en el centro de Tegucigalpa, se me ocurrió llamar a la presidenta del Banco Central de Honduras, nuestra amiga María Elena Mondragón, quien me dijo que llegáramos de inmediato a su oficina. Ahí pactamos la publicación de la obra “Froylán Turcios y el Modernismo en Honduras”, bajo la responsabilidad de esta respetable institución del Estado, que se debe conservar, por siempre, sin interferencias ideológicas. En aquellos días me conmovió la rapidez administrativa y la gentileza de “Malena”.

Cada vez que me es posible vuelvo a hojear el libro de José Antonio Funes, y redescubro detalles interesantísimos. Aunque Medardo Mejía y Carlos Manuel Arita Palomo habían publicado interesantes opúsculos sobre Froylán Turcios, he sido de la opinión que nadie conoce mejor que José Antonio todo lo relacionado con el cuentista, poeta, promotor cultural, diplomático y patriota de origen olanchano. Me refiero al departamento de Olancho, en Honduras, cuando aún nacían mujeres y hombres recios y talentosos, como José Antonio Domínguez, Lucila Gamero Moncada de Medina, Salatiel Rosales, Alfonso Guillén Zelaya y, poco después, Medardo Mejía y Clementina Suárez. (Agrego a “Doña Lucila” como olanchana, en tanto que la ciudad de Danlí, a finales del siglo diecinueve, pertenecía al departamento de Olancho).

El doctor José Antonio Funes realizó una investigación de hormiga sobre Froylán Turcios, al grado que logró encontrar dos de los capítulos “perdidos” de la novela “Annabel Lee”, que el gran modernista hondureño nunca terminó de publicar. Esos capítulos aislados fueron reproducidos en la mencionada revista “Caxa Real”. Además de lo anterior Funes hizo una especie de prorrateo de cada una de las obras y revistas que en sucesión cronológica puso en órbita el gran narrador hondureño. En algún prólogo o artículo propuse que sería harto saludable realizar una investigación análoga sobre las fechas exactas en que fueron publicados los poemas de Juan Ramón Molina, el otro gran escritor, romántico y modernista, de nuestro vilipendiado terruño.

La biografía sobre la vida y obra de Froylán Turcios es tan rica y variada, que es difícil detenerse en un solo capítulo del libro de José Antonio. Las fases y facetas del escritor olanchano se multiplican y entrelazan en la medida en que uno avanza o retrocede por sus páginas. Y es que Turcios verdaderamente era un escritor exquisito: un “esteta” “excepcional”, tal como lo ha sugerido Enrique Cardona Chapas. Leer, para el caso, las “Memorias” de Froylán Turcios, conduce por los senderos del ensueño y de la historia de Honduras de finales del siglo diecinueve y primeras décadas del veinte. Froylán Turcios es como una especie de bisagra humana positiva entre aquellos dos siglos.

Pero Funes ha caminado más lejos de su propia tesis doctoral. El amigo ha seguido investigando y descubriendo nuevos detalles de aquel singular personaje. Ha reproducido, incluso de su bolsillo, varias obras de Turcios. Todos sabemos que nadie hace dinero publicando libros en Honduras, a menos que el autor posea un mercado cautivo en alguna escuela o en alguna universidad “equis”. Desde el punto de vista mercadológico significa, salvando las excepciones de la regla, una pérdida monetaria anticipada eso de publicar libros en Honduras. Es parte de nuestro duro apostolado nacional.

He sostenido en varias ocasiones que “Froylán Turcios y el Modernismo en Honduras” de José Antonio Funes, es el mejor libro que se ha publicado, hasta ahora, sobre la vida y obra de este gran patriota y arielista hondureño y centroamericano, un modelo de persona para todos los catrachos.

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