Darlan Omar Mendoza, alias “El Negro”; y Bryan Fúnez Díaz, alias “Tauru”, están acusados de extorsión.
Un auto de formal procesamiento y la medida cautelar de prisión preventiva resolvió el juez de Letras en Materia de Extorsión contra los jóvenes Darlan Omar Mendoza, alias “El Negro”; y Bryan Fúnez Díaz, apodado “Tauru”, por suponerlos responsables del delito de extorsión en perjuicio de testigo protegido.
Ambos señalados fueron remitidos a la penitenciaría ubicada en el valle de Siria, municipio de El Porvenir, Francisco Morazán.
Los antes mencionados fueron detenidos el pasado 1 de junio, en la colonia Torocagua de Comayagüela, y de acuerdo a las investigaciones por parte de la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP), forman parte de una banda criminal independiente.
La asociación ilícita es responsable de venir generando el cobro de extorsión en diferentes zonas de la ciudad.
Agentes que participaron en la operación dieron a conocer que los capturados utilizaban una metodología bastante atípica para ejercer la extorsión, ya que estos se dedicaban a extraer información de las redes sociales, bajo la creación de perfiles falsos.
Posteriormente, obtenían detalles sobre el núcleo familiar, la actividad comercial y las rutinas diarias de la víctima y de esta forma ejercían amenazas fundamentadas en el conocimiento que habían obtenido de los perfiles de las redes.
RECOPILABAN DATOS
Alias “El Negro”, según las indagaciones, es el “cerebro” de las operaciones criminales de la banda, siendo este el que recopilaba la información, seleccionaba a las víctimas y realizaba las llamadas extorsivas.
Su historial delictivo detalla que ya había sido procesado judicialmente en dos ocasiones por el delito de robo agravado.
Mientras que alias “Tauru” era supuestamente el encargado de recoger el dinero exigido por extorsión.
Al momento de la captura de ambos, los agentes les decomisaron un vehículo tipo turismo, dinero en efectivo producto del cobro de extorsión además de un teléfono celular.
Los investigadores revelaron que ellos les exigían a sus víctimas sumas de dinero que superaban los 200,000 lempiras. (XM)
