La gran abogada de Honduras

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10 de junio de 2021
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12:04 am
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La gran abogada de Honduras

Por: Ricardo Alonso Flores

El 18 de noviembre de 2020 falleció en Tegucigalpa, una de las profesionales más prestigiosas que ha tenido nuestro país, la abogada Alba Alonso de Quesada, personaje que brilló en la vida pública nacional, con enorme notoriedad, distinguiéndose siempre por su capacidad y rectitud en el ejercicio del Derecho.

En 1940 se gradúa como maestra de educación primaria en la Escuela Normal de Señoritas, estudiando más tarde la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales, para en 1958 obtener el grado de abogada y notaria, poco tiempo después que la mujer hondureña tuviese todos los derechos que le correspondían.

Es de hacer notar que hasta 1955 las mujeres no podían tener los mismos derechos que los hombres, por lo que a las que egresaban de la universidad como licenciadas en Derecho, les era vedado el notariado.

Doña Alba fue una mujer de avanzada y nunca dejó de estudiar; frecuentemente viajaba por el mundo asistiendo a distintos congresos sobre materias jurídicas. Nacida en un hogar formado por el profesor Agustín Alonzo y su esposa doña Cecilia Cleaves Ortega, tuvo como hermanos al licenciado Roberto Alonzo Cleaves, experto en materia consular en la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la periodista Hilda Alonzo Cleaves, quien por muchos años laboró en el Servicio de Información de los Estados Unidos de América, en su embajada en Tegucigalpa.

En 1965 es nombrada ministra de Trabajo en el gobierno del general López Arellano y anteriormente había sido subsecretaria de Educación.

Precisamente en el ramo educativo desempeñó el cargo de coordinadora de la Reforma Educativa del nivel secundario con énfasis académico y la construcción de los institutos públicos en 16 departamentos del país y siendo una gran feminista, representa a la Federación de Asociaciones Femeninas Hondureñas, en el Consejo Asesor de la Jefatura de Estado, que creara el general Juan Alberto Melgar Castro.

Durante veinticinco años ejerció su profesión en el Bufete Centroamericano, con especialidad en las áreas de familia, laboral, administrativo y notariado.

En el desempeño de su carrera jurídica, tuvo muchas consultorías, tanto dentro del país, como para organismos internacionales, quienes conocieron su enorme valía y sobre todo la honradez que la caracterizó a lo largo de su existencia.

Participó en la elaboración de distintos proyectos, como la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer; la Ley del Instituto Nacional de la Mujer; la Ley para el Desarrollo de la Educación Alternativa no Formal; Ley del VIH/SIDA; proyecto del Código de Familia y la Ley del Instituto de la Niñez y la Familia.

Internacionalmente, presentó el trabajo sobre los consultorios jurídicos gratuitos para la mujer en un congreso celebrado en la capital danesa Copenhague y en 1985 en Nairobi, Kenia fue autora de una ponencia sobre la mujer y su derecho a la tierra.

La abogada Alonso de Quesada, formó un hogar muy feliz con el ingeniero don Arturo Quesada, quien fuera rector de la Universidad Nacional Autónoma, también de grata recordación, procreando tres hijos, Rosa María, Roberto Arturo y María Guadalupe.

Entre los múltiples honores que recibiese, quiero destacar el Doctorado Honoris Causa que le otorgase la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en reconocimiento a su brillante labor en el ejercicio de su profesión, por sus servicios tan valiosos a la nación y por ser una persona ejemplar.

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