Carolina Alduvín
Por: Carolina Alduvín
Es sano olvidar por un lapso los temas políticos y compartir con nuestros lectores una buena noticia. No todos los días nuestros investigadores logran que sus trabajos lleguen a las páginas de las mejores publicaciones científicas; en ellas, los autores hondureños aparecen solo esporádicamente reportando su trabajo, dados los altos estándares de calidad en los procesos de investigación y reporte de resultados significativos que requieren las revistas indexadas de renombre internacional. La semana recién pasada recibí una separata de la versión electrónica de la revista Phytotaxa, número 506, con fecha 3 de junio de 2021, publicada por Magnolia Press de Auckland, Nueva Zelanda, conteniendo el trabajo titulado: Helechos y licofitas de Honduras: Un nuevo listado con notas, cuyo autor es el biólogo Johan Reyes Chávez, con la colaboración de la británica Stephanie Tarvin y Sven Peter Batke de Alemania.
Centroamérica es una de las regiones más ricas y complejas del mundo en materia de plantas, con más de 16,300 especies vasculares reportadas, el 34% de las mismas son endémicas, es decir, solo se encuentran en la región; de las cuales, se estima que el 8.3%, o sea 1,358 son helechos y plantas relacionadas. Honduras es uno de los países que registra menos conocimiento sobre su riqueza botánica en Centroamérica; históricamente, los helechos y plantas relacionadas que se reproducen por esporas, se han reportado solo ocasionalmente, por extranjeros y en áreas muy localizadas cercanas a los grandes núcleos urbanos.
Fue hasta 1975, que el agrónomo zamorano Antonio Molina publicó el primer listado comprensivo de las plantas vasculares hondureñas, incluía 339 especies de helechos; sin embargo, en su trabajo no consignó los herbarios donde estaban depositadas. Para 1996, el profesor Cyril Nelson y colaboradores publicaron el listado completo de lo que se había documentado hasta entonces en el país, incluía 680 especies, variedades e híbridos de helechos y plantas relacionadas; desde entonces, han pasado más de dos décadas, sin que nuestros botánicos hayan actualizado el trabajo.
Mientras tanto, las relaciones filogenéticas entre esas especies, al revisarse con las nuevas metodologías moleculares y bioinformáticas, han cambiado; además, se agregaron a los registros, 114 nuevas especies y se eliminaron algunas por ser sinónimas, o por no haber evidencia de que se encuentren en nuestro territorio, sumando un total de 39 familias, 140 géneros, 698 especies, 8 variedades y 7 híbridos, lo que representa un 19% más que 1996. Esta nueva lista actualizada es el producto de un paciente trabajo de revisión bibliográfica efectuada entre febrero de 2018 y abril de 2020. También hubo que verificar las etiquetas de los ejemplares depositados en los herbarios nacionales, partiendo de lo registrado en el trabajo del profesor Nelson y, también de los reportes y depósitos de ejemplares colectados por el autor en regiones no visitadas previamente por otros botánicos.
El trabajo ahora publicado viene a enriquecer nuestro conocimiento de la flora nativa nacional y regional, es una importantísima referencia para los diseñadores de políticas en materia de conservación y manejo de recursos naturales, y para quienes se encargan de ponerlas en práctica en campo. Para mejores resultados, es crucial que estas listas se mantengan al día con los nuevos hallazgos que se vayan reportando. Colaboraron en este esfuerzo internacional, el Centro Zamorano de Biodiversidad, el Departamento de Ambiente y Desarrollo de la Escuela Agrícola Panamericana en Honduras y el Departamento de Biología de la Edge Hill University en Ormskirk, Reino Unido. El reporte de 113 páginas ha sido dedicado a los dos grandes botánicos de la UNAH, el profesor Cyril Nelson como fundador del Herbario TEFH y el Dr. Paul Raymond House, docente del autor. Muchas felicidades a Johan, Stephanie y Sven.
Esperamos que este valioso esfuerzo, iniciado durante la etapa de pregrado del autor y culminado antes de completar su primer año de ejercicio profesional, sea tomado como ejemplo de lo que puede y debe hacerse en investigación botánica, para ello, quedan por actualizar el resto de las familias de plantas vasculares, especialmente ahora que la UNAH está por graduar una primera -y quizás última- promoción de su Maestría en Botánica.
