En auge explotación ambiental de bosques en reserva La Tigra
La destrucción de las zonas boscosas en el Parque Nacional La Tigra aumentó a gran escala, en los últimos dos años, debido a que muchos de los propietarios con tenencia privada realizan trabajos al margen de la Ley del Ambiente, denunciaros las autoridades y vecinos de la zona.
Los representantes de la fundación Amitigra, quienes se encargan de realizar los trabajos de protección de los recursos del lugar, denuncian que en la mayoría de las comunidades, los pobladores hacen intervenciones con el fin de aumentar los proyectos habitacionales, así como la expansión de la agricultura y la extracción de “leña”.
La semana pasada las autoridades de la Fiscalía del Medio Ambiente y la Policía Municipal se desplazaron a la comunidad de Las Matas, ubicada en la zona de amortiguamiento de La Tigra, en la zona del Distrito Central, debido a las denuncias de la construcción de una calle, de unos propietarios, que no contaban con los permisos que requiere la ley.
PELIGRA LA RESERVA
El director técnico de Amitigra, Jorge Luis Palma, expresó que, “se encontraron personas deforestando algunas áreas, conjuntamente con la Fiscalía, la gente estaba trabajando con una maquina sin permisos ambientales de nadie, una calle de acceso de más o menos cuatro metros de ancho”.
“Posiblemente lo que estaban haciendo era un proceso de lotificación para venta de terrenos para construcción (…) el espacio que se impacto es más de una hectárea”.
“Pasa algo en La Tigra, que es la raíz de todas las problemáticas que tiene el bosque en el área protegida y es que la mayoría del área protegida es de tenencia privada, entonces los propietarios quieren hacer usos o sacarles provecho a sus tierras, lo malo con esto es que si todos los propietarios quieren hacer lo mismo, la zona de reserva se termina”, dijo, Palma.
El ingeniero encargado de la dirección técnica de la zona, alertó que, “en estos momentos estamos en una de las peores etapas de Amitigra, únicamente hay un técnico y cinco guardaparques para monitorear y supervisar las 24,000 hectáreas del área protegida”.
En ese contexto, enfatizó que, subsiste cierto personal gracias a los fondos de las personas que visitan el parque y otra contraparte que el Estado asignaba, pero que ha reducido considerablemente en los últimos años.
En la vigilancia de la reserva otros años, participaban unos 18 guardaparques, sin embargo, el personal se redujo a gran magnitud debido a los bajos ingresos que tiene el área declarada, que desde el núcleo de la foresta produce más del 25 por ciento del agua que consumen los capitalinos.
Cada año, según los reportes de Amitigra, cuentan con menos personal para la atención contra los incendios y las labores de prevención antes del ingreso de la temporada veraniega, por lo que solicitan a la ciudadanía mayor comprensión en el tema de la protección de la reserva.
Los dos últimos años aumento considera la intervención de personas que extraen recursos de los bosques de La Tigra, según las denuncias en su mayoría se debe a la necesidad de la población que vive dentro de las comunidades.